Eric Platt en Nueva York
A pasos cada vez más acelerados, el desempeño económico de EEUU y a nivel internacional no se está comportando conforme a las proyecciones, algo que subraya la ansiedad de los inversionistas de que la propagación de la variante Delta del Coronavirus influirá en el ritmo de la recuperación económica global.
Varias medidas económicas estadounidenses publicadas en semanas recientes han estado por debajo de lo esperado por Wall Street, indicando que el poderoso crecimiento económico que surgió desde la profundidad del Coronavirus podría estarse desacelerando.
Los datos han sido sobreestimados por los economistas durante la mayor parte del último mes, y en días recientes, estos informes han fallado por la mayor amplitud desde que la pandemia estaba castigando al país el año pasado, según un índice de sorpresas económicas publicado por Citigroup.
La confianza de los consumidores en EEUU se redujo fuertemente para situarse por debajo de los estimados hace dos semanas, y eso fue seguido de cifras de ventas al por menor menores de las esperadas y pocos días después lo mismo ocurrió con la construcción de nuevas viviendas. La actividad empresarial, según mediciones de las sucursales regionales de la Reserva Federal también han sido mas pobres de lo que se esperaba.
Algo similar está ocurriendo fuera de EEUU, algo reflejado en que las comparaciones de Citi de los informes económicos de países del G10 con respecto a los estimados también están en terreno negativo. Y el monitor del banco respecto a China es aún más desalentador, dado que las cifras de ventas al por menor y producción industrial de la semana pasada habían sido sobreestimadas.
La desaceleración en estos barómetros económicos llega en un momento en el cual la Fed ha indicado que podría comenzar a reducir paulatinamente, un poco más adelante este año, su política de recompra de activos de renta fija implementada en el momento de la crisis.
“El sentimiento de los inversionistas ha girado desde un impulso por la reapertura, el fuerte apoyo fiscal y monetario y la solidez de las ganancias reportadas, a evaluaciones sobre reducción paulatina, incertidumbre política… la desaceleración china y las tensiones geopolíticas”, comentó Mark Hackett, analista de Nationwide Investment Managment.
La opinión de los inversionistas se ha visto aboyada por las cifras recientes y por los informes continuos de cuellos de botella en la cadena de suministros, los cuales han ido de la mano con un resurgimiento de los casos de Coronavirus en EEUU y otras partes del mundo.
Los economistas han reducido sus proyecciones de crecimiento para EEUU levemente, estimando una expansión de 6,2 por ciento este año. Según Bloomberg, esa cifra está por debajo del 6,6 estimado a finales de julio.
“La variante Delta podría ser la causante de las caídas recientes junto con los problemas en las cadenas de suministros, pero es fastidioso y podría traducirse en problemas de ganancias en el futuro”, indicó Tobías Levkovich, estratega de Citi.
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