Covax, el esfuerzo respaldado por las Naciones Unidas para desarrollar y distribuir dosis de vacunas contra el coronavirus, reservará el 5% de su suministro para “poblaciones de alto riesgo en entornos humanitarios”, dijo el martes la alianza de vacunas Gavi.
Este “amortiguador”, que asciende a 100 millones de dosis para fines de 2021, se utilizará en lugares donde el conflicto y los estados fallidos han provocado “brechas inevitables en la cobertura”, según el comunicado de Gavi.
Los refugiados y solicitantes de asilo han sido excluidos de muchos lanzamientos nacionales de vacunas. Las dosis reguladoras de Covax se reservarían para “los millones de personas en entornos afectados por conflictos o en entornos que no están bajo el control de los gobiernos nacionales, ya que es en estas comunidades de última milla donde la necesidad de equidad es más pronunciada”, dijo Seth Berkley, director ejecutivo de Gavi.
Si bien muchos países ricos han adquirido dosis de vacunas a través de acuerdos privados con compañías farmacéuticas, gran parte de la población mundial podría esperar años para recibir una inyección, lo que la Organización Mundial de la Salud ha calificado de “falla moral catastrófica”.
Covax ha tratado de abordar esta brecha, entregando 31 millones de dosis a 57 economías. La iniciativa ha dicho que apunta a asegurar el acceso a 2 mil millones de dosis para fines de 2021.
Maternidad
Las mujeres embarazadas que reciben una vacuna contra el coronavirus no solo adquieren anticuerpos protectores contra el virus por sí mismas, sino que también pueden transmitir la inmunidad a sus bebés, según muestra una investigación emergente.
Varios estudios preliminares sugieren que las mujeres que recibieron una vacuna de ARNm como Moderna o Pfizer durante el embarazo tenían anticuerpos COVID-19 en la sangre del cordón umbilical. Uno de los estudios también detectó anticuerpos en la leche materna, lo que indica que al menos algo de inmunidad podría transferirse a los bebés tanto antes como después del nacimiento.
Brenna Hughes, vicepresidenta de obstetricia y calidad en la Universidad de Duke, dijo que varias preimpresiones recientes, que son artículos que aún no han sido revisados por pares, son “los primeros en mostrar lo que esperábamos que fuera cierto, que es que estas vacunas podrían ser potencialmente protectores a través de los anticuerpos transmitidos al feto”.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino