Con solo unos días antes de una fecha límite que afectaría a millones de estadounidenses, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades anunciaron el lunes una extensión de la moratoria de desalojos a nivel nacional, una protección de la era de Trump que se ha mantenido como una salvaguarda política clave para el presidente Biden.
La directora de los CDC, Rochelle Walensky, firmó la nueva orden que extiende la moratoria hasta el 30 de junio. En el documento de 17 páginas, los CDC dijeron que el desplazamiento de hogares aún representa una amenaza para la salud mientras el coronavirus continúa avanzando a través de las comunidades estadounidenses.
“Ningún condado se considera actualmente libre de propagación, y solo el 8% de los condados se considera que tienen baja transmisión”, escribió Walensky en la orden, y continuó diciendo que los factores de salud obligaron a la agencia a “concluir que la acción inmediata es nuevamente necesaria”.
Pero la extensión de la moratoria se produce cuando la política enfrenta un número creciente de desafíos por parte de los propietarios. Los defensores de los inquilinos también cuestionan la efectividad de la política, particularmente en estados como Virginia, donde los desalojos continúan debido a lagunas y la desinformación.
“Creo que muchos inquilinos dicen: ‘Oh, hay una moratoria, eso significa que no pueden desalojarme ahora’, pero la realidad es mucho más complicada”, dijo Palmer Heenan, abogado de la Sociedad de Ayuda Legal de Virginia Central. “Casi 11,700 juicios de desalojo reales se emitieron en Virginia solo desde septiembre de 2020 y diciembre de 2020. Eso demuestra la eficacia de esto”.
A diferencia de DC, donde los líderes locales han congelado todos los desalojos, la orden de los CDC se aplica solo a los casos de incumplimiento del pago del alquiler. La orden también requiere que los inquilinos llenen un formulario de declaración, poniendo la responsabilidad en un inquilino que podría no estar informado sobre las opciones. La moratoria actualizada incluyó un nuevo formulario de declaración para inquilinos.
“Parte del problema con la protección que existe actualmente es que requieren una invocación por parte del inquilino”, dijo Heenan. “El inquilino debe conocer las protecciones. Tienen que imprimir y firmar una declaración. Y tienen que llevárselo al propietario “.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino.
