Faltaban días para el semestre de otoño cuando la Universidad Towson recibió la noticia. Más de 60 estudiantes y miembros de la facultad dieron positivo en sus pruebas de coronavirus. Pero muchos de ellos obtuvieron resultados negativos cuando se volvieron a probar, y algunos funcionarios escolares y de salud sospecharon que los resultados iniciales eran falsos.
Cuando Towson canceló las clases en persona, otra universidad y dos hogares de ancianos en Maryland también recibieron una serie de resultados positivos que interrumpieron sus operaciones y provocaron preguntas.
En cada institución, los resultados provinieron de un laboratorio de la Universidad de Maryland en Baltimore que estaba procesando pruebas producidas por la empresa surcoreana LabGenomics, un lote de reemplazo que ordenó el estado porque un lote inicial de 500 mil pruebas tenía fallas y nunca se usó.
Los registros obtenidos por The Washington Post muestran que los funcionarios de salud expresaron su preocupación sobre la confiabilidad de las pruebas de reemplazo y el laboratorio de la Universidad de Maryland dejó de usarlos poco después de los supuestos falsos positivos en Towson y en otros lugares.
La administración del gobernador Larry Hogan luego puso los kits de prueba en servicio en el laboratorio de salud pública del estado, incluso cuando el director del laboratorio expresó sus dudas.
Esfuerzo desperdiciado
El laboratorio de salud pública pasó semanas preparándose para usar los kits de LabGenomics, según muestran los registros. Semanas después, el departamento de salud cambió nuevamente las pruebas, esta vez a un laboratorio privado. La decisión significó que los esfuerzos de preparación en el laboratorio estatal se desperdiciaron en gran medida.
Los funcionarios de la Universidad de Maryland niegan que los resultados de la prueba fueran falsos y dicen que dejaron de usar las pruebas, de marca LabGun, para dar paso a otras que también podrían detectar la influenza.
Un portavoz del departamento de salud estatal, Charles Gischlar, dijo que las pruebas se trasladaron del laboratorio estatal al laboratorio privado el otoño pasado “para que se usen más rápidamente”, y señaló en un correo electrónico que “todos estos kits tienen fechas de vencimiento”.
Pero las pruebas no habrían expirado hasta esta primavera, según muestran los registros.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino
