El Consejo DC se negó el martes a aumentar el tope a los subsidios para el problemático United Medical Center, una decisión que probablemente desencadenará una junta de control de gestión fiscal que, según funcionarios de la ciudad, sería desastrosa para el hospital en el sureste de Washington.
El hospital ha visto una disminución tan pronunciada en el número de pacientes durante la pandemia de coronavirus que ahora tiene 10 veces más personal que el número promedio diario de pacientes. Había pedido aumentar su tope a la financiación de la ciudad de $15 millones a $40 millones este año fiscal, un cambio que habría permitido al hospital recibir fondos adicionales sin ceder las decisiones de gasto a una junta de control externa.
Durante un largo debate, algunos legisladores se refirieron a los malos resultados de los pacientes del hospital y plantearon la preocupación de que limitar el gasto dejaría a los pacientes vulnerables aún peor.
Pero otros insistieron en que el consejo – que amplió el subsidio del hospital en 2019 – esta vez debería apegarse al tope legal que se eligió previamente para activar la gestión fiscal externa.
“Pusimos la amenaza de la junta de control”, dijo el miembro del Consejo Robert C. White Jr. “¿Por qué no queremos esta junta de control en este momento?”.
Te puede interesar: Colapso de plataforma en el metro de Ciudad de México deja al menos 24 muertos
Wayne Turnage, el vicealcalde de salud y servicios humanos que sirve en la junta del hospital, dijo que la administración de la alcaldesa Muriel E. Bowser probablemente todavía encontrará fondos para que el hospital pague sus gastos inmediatos, incluyendo la nómina de este mes.
Pero la junta probablemente tomará el control, y tendría el poder de hacer recortes drásticos en el hospital, que está programado para cerrar en 2023 y ser reemplazado por una nueva instalación cerca.
“Si la junta de control entra, el hospital será brutalmente podado. No hay duda al respecto”, dijo Turnage a los legisladores, prediciendo que la junta probablemente cerraría las sucursales del hospital que atienden a pocos pacientes.
Bowser había presionado al consejo para que aprobara la medida de emergencia, diciendo que la ciudad necesita tener un hospital operativo en el Pabellón 8 “para asegurar que la prestación de servicios de atención médica continúe ininterrumpidamente para nuestros residentes que viven al este del río”.
Trayon White, miembro del Consejo, hizo un argumento similar. Pero otros expresaron su preocupación por la mala calidad de la atención del hospital y las repetidas deficiencias financieras.
“Estamos hablando de residentes y estamos hablando de su atención médica, pero también estamos hablando de nuestra responsabilidad como custodios de este gobierno”, dijo Anita Bonds, miembro del Consejo.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino.
