Un juez del estado de Georgia ordenó el viernes al condado de Fulton que permita a un grupo de votantes locales inspeccionar las 147 mil papeletas enviadas por correo emitidas en las elecciones de 2020 en respuesta a una demanda que alega que los funcionarios aceptaron miles de papeletas falsificadas.
La decisión marca la última instancia en la que un gobierno local se ve obligado a someterse a una inspección de terceros de sus prácticas electorales en medio de acusaciones infundadas promovidas por el presidente Donald Trump de que el fraude invirtió la contienda de 2020 por el presidente Joe Biden.
Es probable que la inspección en el condado de Fulton proceda de manera diferente a una auditoría en curso en el condado de Maricopa, Arizona, donde los senadores estatales republicanos ordenaron a los funcionarios electorales del condado que entregaran equipos y boletas a una empresa privada llamada Cyber Ninjas para su examen. Ese proceso ha sido objeto de críticas generalizadas por carecer de medidas de seguridad y no seguir las prácticas rigurosas de los relatos del gobierno. El jueves, la secretaria de Estado de Arizona, Katie Hobbs, instó a los funcionarios locales a arrojar sus máquinas después de que se complete la auditoría porque su seguridad ahora está en duda.
En Georgia, el juez de la Corte Superior Brian Amero dictaminó el viernes que los nueve demandantes y sus peritos podrían examinar copias de las boletas pero nunca tocar los originales, que permanecerán en posesión de los funcionarios electorales de Fulton. Se esperan más detalles sobre cómo procederá la inspección la próxima semana, dijo uno de los demandantes.
Críticas al proceso en Fulton
La orden para la nueva inspección de la boleta se produce después de que los funcionarios de Georgia hicieran tres auditorías separadas de la votación el año pasado, incluido un recuento manual, que no arrojó evidencia de fraude generalizado.
El presidente de la Junta de Comisionados del condado de Fulton, Robb Pitts, dijo que era “indignante” que el condado “continúe siendo un objetivo de quienes no pueden aceptar los resultados de las elecciones del año pasado”.
“El hecho es que el condado de Fulton llevó a cabo una elección de manera segura en medio de una pandemia de salud pública”, dijo Pitts en un comunicado. “Es una pena ver que la ‘Gran Mentira’ sigue viva y podría costarle a los trabajadores contribuyentes de este condado”.
Un portavoz de Pitts dijo que planea reunirse con el abogado del condado de Fulton para “revisar todas las opciones legales” para bloquear “este desperdicio de recursos de los contribuyentes”.
El condado de Fulton es una de las numerosas comunidades donde los residentes locales han presionado recientemente para revisar los resultados de las elecciones de 2020, haciéndose eco de las falsas afirmaciones de fraude de Trump.
The Washington Post. Traducción libre por El Tiempo Latino