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Barack Obama propone una reforma hipotecaria

El presidente de EE.UU., Barack Obama, propuso el martes 6 de agosto en Phoenix, Arizona, una amplia reforma del sistema hipotecario, que incluiría reemplazar a las empresas semipúblicas Fannie Mae y Freddie Mac con más participación del sector privado, al advertir de que no se debe “reinflar” la burbuja inmobiliaria.

“Durante demasiado tiempo, a estas compañías se les permitió obtener grandes ganancias con la compra de hipotecas, a sabiendas de que si les iba mal, los contribuyentes pagarían la factura”, dijo Obama ante más de 2.000 personas en la escuela secundaria Desert Vista High School, en Phoenix, donde afirmó que el mercado de la vivienda “se está recuperando”.

“Mientras aumentan los precios de las casas, simplemente no podemos reinflar una burbuja inmobiliaria”, señaló Obama al asegurar que apoya una propuesta bipartidista del Senado para la reducción gradual de Fannie Mae y Freddie Mac, las gigantes hipotecarias que fueron rescatadas por el Congreso en el año 2008.

“El capital privado debe asumir un mayor papel en el mercado de hipotecas (…) Creo que aunque nuestro sistema de vivienda debe tener un papel limitado del Gobierno, los préstamos privados deben ser la columna vertebral del mercado de vivienda”, afirmó.

Según Obama, una base sólida para conjurar otra burbuja inmobiliaria comienza con un sistema que reemplace a Fannie Mae y Freddie Mac y que ponga fin a la “era” de rescates con fondos públicos para empresas que conceden préstamos de alto riesgo.

Obama pidió mantener el acceso a los préstamos hipotecarios de 30 años y a tasas de interés fijas, y destacó la importancia de facilitar el acceso a la vivienda a precios asequibles tanto para quienes compran casa por primera vez como para quienes alquilan.

El rescate de Fannie Mae y Freddie Mac —que juntas manejan cerca de la mitad de los nuevos préstamos hipotecarios en un mercado de unos diez billones de dólares—, fue uno de los más grandes que aprobó el Legislativo en 2008 para mitigar la crisis financiera.

Fue en Phoenix donde, en febrero de 2009, Obama presentó un plan de $75.000 millones para rescatar al sector inmobiliario y ayudar a 9 millones de personas a evitar un embargo hipotecario.

Obama escogió Phoenix para el quinto de una serie de discursos sobre la recuperación económica porque esa zona fue una de las más golpeadas por la crisis, con más de 40.000 ejecuciones hipotecarias tan solo en 2009.

Pero ahora, según Obama, hay señales de mejoras notables en el mercado de vivienda en EE.UU.: los precios de las casas suben a su nivel más acelerado en los últimos siete años; la venta de casas ha aumentado en casi un 50% y las construcciones en casi un 75%, además de que los embargos hipotecarios han bajado en casi dos tercios.

Obama también vinculó la recuperación del sector con la eventual aprobación de la reforma migratoria porque, a su juicio, ésta permitirá que más inmigrantes compren casas y eso contribuirá a que aumente el valor de las viviendas. Según la Casa Blanca, entre 2000 y 2010 los inmigrantes conformaron el 40 % de quienes compraron casa por primera vez durante ese período.

Si su discurso del martes 30 de agosto en Tennessee se centró en la creación de empleos bien pagados, en el de Phoenix Obama subrayó que la posibilidad de comprar una vivienda es la “piedra angular más tangible” de la clase media en EE.UU.

Antes de su discurso, Obama visitó la empresa Erickson Construction, que pasó de emplear a menos de un centenar de trabajadores en plena recesión económica a contar ahora con 580 empleados a tiempo completo.

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