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Hablan del salvadoreño que salvó a miles de judíos

El coronel salvadoreño José Arturo Castellanos se ganó un lugar en la historia por salvar a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) cuando fungía como cónsul general de El Salvador en Hamburgo, Alemania.


           
   

Cort. Tomás Guevara

El coronel salvadoreño José Arturo Castellanos se ganó un lugar en la historia por salvar a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) cuando fungía como cónsul general de El Salvador en Hamburgo, Alemania.

Uno de los documentos en los que se certifica la nacionalidad salvadoreña a un matrimonio judío, firmado por el cónsul Castellanos de El Salvador. Gracias a estos certificados, el cónsul salvadoreño salvó muchas vidas.


           
   

Cort. Tomás Guevara

Uno de los documentos en los que se certifica la nacionalidad salvadoreña a un matrimonio judío, firmado por el cónsul Castellanos de El Salvador. Gracias a estos certificados, el cónsul salvadoreño salvó muchas vidas.

En el Área Metropolitana de Washington hay algunos sobrevivientes de los cerca de 30.000 certificados de identidad salvadoreña que facilitó el militar y diplomático salvadoreño José Arturo Castellanos para salvar a perseguidos judíos en la Europa central durante la Segunda Guerra Mundial.

El coronel Castellanos se ganó un lugar en la historia por salvar a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) cuando fungía como cónsul general de El Salvador en Hamburgo, Alemania. Ahora dos de sus nietos, nacidos en El Salvador y residentes en Canadá, realizan un documental sobre la gesta de su abuelo.

Los hermanos Álvaro y Boris Castellanos estuvieron en Washington en días recientes para rodar parte del documental sobre Arturo Castellanos, quien nació en San Vicente,  región central salvadoreña, en 1893 y se formó como militar durante las primeras décadas del siglo XX.

El ilustre salvadoreño que ha recibido el reconocimiento póstumo de “Justo entre las naciones”, por el estado de Israel en 2010, regresó a El Salvador cumplido su servicio diplomático en Suiza después de la gran guerra y falleció en 1977 en San Salvador.

Hoy sus nietos, investigando el legado de su abuelo, han encontrado aun con vida a algunos sobrevivientes judíos que se salvaron con los documentos emitidos por el cónsul Castellanos. Dos de ellos viven en el área de Washington, DC. Y los jóvenes realizadores vinieron a esta capital para rodar parte del documental en el Museo del Holocausto donde se encuentran valiosos documentos sobre el militar salvadoreño, como los originales de los salvoconductos sellados y firmados por el cónsul en el que se certifica la nacionalidad salvadoreña de matrimonios judíos que pudieron así salvar sus vidas.

“En este año y medio algunas de las personas que hemos entrevistado para este documental ya murieron”, comenta Álvaro mientras conversa sobre los avances de la propuesta en el Club de la Prensa Nacional en Washington, donde han recibido apoyo logístico de la Embajada de Israel en esta capital para realizar el filme.

La hazaña del militar y diplomático centroamericano, enviado a Europa por el gobierno del régimen militar del general Maximiliano Hernández Martínez (1882 – 1966), quien gobernó con mano dura El Salvador durante la década de 1930 y parte de 1940, emitió documentos sin autorización del gobierno de su país a miles de ciudadanos de Polonia, Hungría, Checoslovaquia, Bulgaria y Rumania, los que se hicieron pasar por nativos del país centroamericano para salvarse de parar en los campos de concentración diseñados por los nazis, en un macabro plan para eliminar a esa minoría étnica y religiosa del mapa europeo.

Los jóvenes realizadores comentan que se han embarcado en esta trama en busca de una respuesta primordial: ¿Qué motivó a su abuelo, José Arturo Castellanos, a emprender esa arriesgada misión en los años de la gran guerra?

Los documentalistas ya sienten que han encontrado parte de esas respuestas en más de 50 horas de rodaje realizados en El Salvador, Inglaterra, Alemania, Suiza, Israel y Estados Unidos. Material con el que han creado un corto documental informativo, de 20 minutos, para dimensionar la figura de su abuelo, y con el cual buscan canalizar más apoyos para el largometraje de la película que podría titularse: “Mi abuelo El Salvador”.

Así Álvaro y Boris, con cámara en mano y autoformándose sobre las técnicas del cine digital, aunque ambos provienen de las artes visuales y la música, llegaron hace año y medio a Liverpool, Inglaterra, para conocer la primera escala de su abuelo destacado en esa ciudad en 1937, donde fungió un año como cónsul general antes de ser enviado a Hamburgo, Alemania, ciudad donde empezaría la gesta que décadas después le ha merecido reconocimiento internacional por la labor humanitaria de haber librado a miles de judíos de parar en los campos de exterminio.

Los cruciales años del trabajo del coronel Castellanos en Alemania, antes de trasladar la oficina del Consulado General a Ginebra, Suiza en 1941, y donde permaneció el despacho hasta 1945, cuando concluyó la Segunda Guerra Mundial, son clave en la búsqueda para los nietos del coronel y diplomático. Es más, dicen que su progenitor nació mientras el cónsul José Arturo Castellanos y su esposa vivían en Suiza.

Uno de los apoyos en la realización de este filme es el ejecutivo y judío americano Enrico Mandel Mantello, hijo de George Mandel-Mantello, quien fue artífice y brazo operativo para trasegar entre las blindadas fronteras europeas controladas por el ejército alemán los certificados estampados a nombre del gobierno salvadoreño y firmados por José Arturo Castellanos.

Los productores esperan concluir este documental el año próximo, a medida que siguen con la búsquedas de apoyo financiero para continuar con el rodaje del filme. Álvaro y Boris aseguran que trabajan para ofrecer un material distinto a otros trabajos audiovisuales que se han presentado sobre la figura del insigne militar.

Los realizadores se han enfocado en la perspectiva de la familia para trazar un perfil completo de Castellanos. También ven paralelismos en sus propias vidas, al haber sido sacados por sus padres de El Salvador durante la guerra civil de ese país hacia Canadá para salvarles.

La embajada de Israel en Washington comentó al consultarles sobre su apoyo a este proyecto que “El Estado de Israel y el pueblo judío tiene una gran deuda con el coronel Arturo Castellanos y con otras personas justas y valientes que arriesgaron su vida para salvar judíos en la Segunda Guerra Mundial. Esa posición moral y valiente es una luz para la humanidad y debe ser apreciada y aplaudida”, dijo la misión diplomática en un comentario.