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Esta familia disfruta sin Lionel Messi

La familia Bonilla llevó cinco niños al partido El Salvador vs. Argentina el sábado 28 de marzo de 2015 en el estadio FedEx Field de Landover, MD.


           
   

José Argueta para ETL

La familia Bonilla llevó cinco niños al partido El Salvador vs. Argentina el sábado 28 de marzo de 2015 en el estadio FedEx Field de Landover, MD.

Cada vez que juega el FC Barcelona en la Liga de España, la Champions League o la Copa del Rey, el niño salvadoreño Keiser Franco se pone su camiseta azulgrana y se acomoda frente al televisor de su casa en Beltsville, MD, para ver en acción a su ídolo Lionel Messi.

Keiser, de 7 años, y su papá José Franco, también aficionado del Barcelona, vivieron los últimos meses con la ilusión de ver a Messi jugar en vivo, desde que se anunció que el goleador argentino vendría con la selección de Argentina para el amistoso ante El Salvador.

El sueño nunca se les hizo realidad. El sábado 28, cuando Keiser y su papá esperaban que Messi jugara con la Albiceleste en el FedEx Field de Landover, MD, a pocas millas de su casa en Beltsville y contra La Selecta salvadoreña, la emoción de padre e hijo no podía ser mayor.

Vestido con una chaqueta azul y blanco, los colores de El Salvador, una bandera de ese país pintada en su cara y con el gorro y la bufanda del FC Barcelona, Keiser, su padre y su prima Estefanía Hernández llegaron al estadio cinco horas antes del partido.

Keiser fue uno de los miles de niños que formaron parte de una multitud de casi 54 mil aficionados, en su gran mayoría salvadoreños, quienes no sólo vieron perder a La Selecta 2-0 ante Argentina, sino que no pudieron corear las gloriosas notas del himno nacional de su país.

Ante una gran decepción, los organizadores hicieron sonar en la ceremonia de rigor el himno nacional de Kasajistán en lugar del de El Salvador, desatando la ira de los jugadores y los aficionados cuscatlecos.

“Sabemos que el himno nacional es un símbolo muy importante para todo patriota y resulta difícil de creer que los organizadores se hayan equivocado”, dijo José Franco a El Tiempo Latino.

Los jugadores salvadoreños, formados en la cancha, rápidamente se dieron cuenta del error y dejaron de hacer el saludo de respeto, mientras comentaban extrañados el error.

“Es algo simbólico y lo llevamos dentro de la sangre”, expresó Franco. “Es cierto que los humanos cometemos errores pero quizás uno de esta índole sea más grave”, lamentó.

Los organizadores del partido ofrecieron una disculpa por el error limitándose a decir en un comunicado que fue un “honestamente fue error”.

Los aficionados también dejaron de manifiesto su indignación por la ausencia en la cancha de Messi, quien sólo salió a saludar y no jugó por supuestas molestias musculares. El protagonismo quedó entonces para Ever Banega y Federico Mancuello quienes marcaron los dos tantos en la victoria albiceleste.

“En lo que respecta al fútbol yo me divertí mucho” admitió Franco. “Sabíamos que El Salvador tiene mucho menos nivel que Argentina pero hicimos un buen partido”, comentó Franco nacido en El Porvenir, en el Departamento La Paz.

“Mi hijo es un gran aficionado de Lionel Messi, el Barcelona y La Selecta y salió triste del partido porque perdió su selección”, relató Franco sobre el sentimiento de Keiser.

Es que en el área metropolitana de Washington, al igual que sucede en El Salvador, la afición a los clubes internacionales se reparte casi exclusivamente entre el Barcelona y su acérrimo rival, el Real Madrid.

Y aún cuando es bien conocido el sentimiento nacionalista de los salvadoreños y amor por La Selecta, a muchos les cuesta creer que los 50 mil que llegaron al estadio lo hicieron para ver a los novatos futbolistas que hoy en día integran esa selección.

“Creo que fuimos por varios motivos”, subrayó. “La Selecta, Messi y las otras estrellas de Argentina, incluido el también barcelonista Javier Mascherano, quien tampoco jugó”, expresó Franco, de 40 años, 12 de ellos en Estados Unidos.

El amor de los salvadoreños por La Selecta toca los límites del más extremo fanatismo futbolístico, una pasión que se ha hecho evidente incluso después de la decepción sufrida en 2013 cuando la selección fue casi totalmente desmantelada por el escándalo de amaño de partidos.

“Es un grupo de jóvenes que viene en ascenso y que puede hacer un buen papel en la Copa de oro y en las eliminatorias para el próximo Mundial”, puntualiza Franco, quien jugó en la Liga Internacional de Maryland pero se retiro para dedicar

“Lo de los amaños tiene que quedar en el pasado y este nuevo grupo tiene que trabajar por su patria, por la camiseta y por nosotros los salvadoreños que creemos en ellos”, continuó

Keiser empezó a mostrar su afición por el fútbol desde los cuatro años, vamos a las canchas, tocamos el balón y ve los partidos de Messi por televisión. “Cuando Messi no gana o no juega bien, Keiser se enoja con él.