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El beato monseñor Óscar Arnulfo Romero

 Irlanda Gutiérrez Galdámez y su hijo Vladimir en Ciudad Barrios, San Miguel, El Salvador.


           
   

Cort. Vladimir Gutiérrez

Irlanda Gutiérrez Galdámez y su hijo Vladimir en Ciudad Barrios, San Miguel, El Salvador.

OBRA. El nuncio apostólico León Kalenga bendice una pintura de Romero en la casa de la familia Gutiérrez en Ciudad Barrios.


           
   

Cort. Vladimir Gutiérrez

OBRA. El nuncio apostólico León Kalenga bendice una pintura de Romero en la casa de la familia Gutiérrez en Ciudad Barrios.

Vladimir Gutiérrez, sobrino de monseñor Óscar Arnulfo Romero, en su casa de Ciudad Barrios.


           
   

Cort. Vladimir Gutiérrez

Vladimir Gutiérrez, sobrino de monseñor Óscar Arnulfo Romero, en su casa de Ciudad Barrios.

Doña Irlanda Gutiérrez Galdámez sostiene una cruz que fue de monseñor Óscar Arnulfo Romero.


           
   

Cort. Vladimir Gutiérrez

Doña Irlanda Gutiérrez Galdámez sostiene una cruz que fue de monseñor Óscar Arnulfo Romero.

Ciudad Barrios está de júbilo en El Salvador.

Los residentes de esta población del Departamento oriental de San Miguel, quienes profesan en su mayoría la religión católica, verán un viejo sueño hacerse realidad el próximo sábado 23 de mayo en San Salvador: el Vaticano proclamará como beato a monseñor Óscar Arnulfo Romero, uno de los hijos más ilustres de esa ciudad y quien fuera asesinado por odio a la fe.

Hace 35 años, el 24 de marzo de 1980, monseñor Romero, para ese entonces arzobispo de San Salvador, fue asesinado por un francotirador de los escuadrones de la muerte, mientras oficiaba una misa en la capilla del hospital de La Divina Providencia en San Salvador.

Familiares de Romero que residen en Ciudad Barrios y en Virginia, EE.UU., consideran que la beatificación “hace justicia” con un religioso que dedicó su vida a Dios y que irradiaba una gran vocación de ayuda a sus semejantes, especialmente a las clases más necesitadas.

La beatificación de monseñor Romero, aprobada por el Papa Francisco en febrero y anunciada en San Salvador por el postulador de su causa en el Vaticano, Vincenzo Paglia, se celebrará en la plaza del Divino Salvador del Mundo, de la capital salvadoreña.

El acto religioso se celebrará con una eucaristía presidida por el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano.

La beatificación es considerada como un don extraordinario para toda la iglesia en el mundo y en especial para todo El Salvador, porque Romero desde el cielo “se ha convertido en el pastor bueno” y beato que une hoy a todo su pueblo, por el cual dio su propia vida, según coincidieron su prima hermana Irlanda Gutiérrez Galdámez y su sobrino Vladimir Gutiérrez, quienes declararon vía telefónica a El Tiempo Latino en forma exclusiva desde Ciudad Barrios.

“La verdad es que me siento muy contenta y bendecida por la beatificación de monseñor. Es un hecho que de alguna manera nos alivia el dolor que todavía sentimos por la forma en la que murió”, dijo Gutiérrez Galdámez el martes 12.

“Hay una gran expectativa, hay muchas personas que vamos a ir desde Ciudad Barrios a San Salvador para la ceremonia de beatificación”, agregó Gutiérrez Galdámez, de 82 años, hija de una hermana de Guadalupe de Jesús Galdámez, madre de monseñor.

“Cuando él se fue a estudiar yo estaba muy pequeñita y no me acordaba mucho de él. Yo lo conocí fue hasta que regresó de Roma después de que se ordenó de sacerdote. Siempre nos visitaba y compartía con nosotros. Lo queríamos bastante”, destacó.

Afirmó que en El Salvador habrá una alegría profunda, una gran muestra de fe, por la beatificación del arzobispo mártir, quien desde niño evidenció su deseo de ayudar al prójimo.

“Desde pequeñito ya tenía vocación por el sacerdocio y cuando se ordenó ayudaba mucho a la gente pobre en lo que él podía, visitaba a la gente en los cantones”, continuó. El hecho de que murió celebrando misa en un altar “ayudó en el proceso de beatificación” anota Galdámez quien vive al lado de la casa donde se crió monseñor Romero.

Para los residentes de Ciudad Barrios, el recuerdo de Romero sigue intacto.

“Siempre escuchamos las homilías que quedaron grabadas, lo bonito que él se expresaba. La beatificación es casi el único tema de conversación aquí en Ciudad Barrios. Hay algunas personas que todavía recuerdan fácilmente su gran bondad”, subrayó sobre el mártir Romero al que le sobreviven sus hermanos Gaspar y Arnoldo.

“En este barrio estamos muy orgullosos de su beatificación por haber sido la cuna de monseñor”, concluyó Gutiérrez Galdámez.

En la casa de los Gutiérrez hubo recientemente un momento muy especial cuando el nuncio apostólico de El Salvador, el padre León Kalenga, bendijo un cuadro de monseñor que mandó a pintar Vladimir Gutiérrez.

“La obra representa a monseñor tomando su cruz, como lo dice la biblia, y listo para seguir a cristo de tal manera que pareciera que va a levantar su mano para bendecirnos”, describió Vladimir sobre el cuadro bendecido por Kalenga.

El asesinato de Romero se produjo meses antes del estallido de la sangrienta Guerra Civil que sufrió su país entre 1980 y 1992 y que arrojó unas 75 mil víctimas entre muertos y desaparecidos.

“Yo le pido a monseñor Romero que el 23 de mayo en El Salvador no haya ningún muerto por la violencia. Espero que ese día reine la paz. En los años ochenta vivimos una guerra civil, era la guerrilla contra las Fuerzas Armadas. Ahora también estamos en guerra, son las pandillas las que se están aprovechando de este momento y pedimos a monseñor que interceda por nosotros, él ya está con Dios, en los altares, y queremos ese cambio en nuestro país. Con fe lo vamos a lograr”, puntualizó Gutiérrez.

Sobre el sentimiento que le genera la beatificación dijo que “es un momento muy importante que estamos por vivir” y una “gran bendición para todos”.

“Quienes lo conocimos cuando éramos niños estamos que no podemos creer que por estas calles de Ciudad Barrios caminaba un santo”, admitió.

Fue su Santidad Francisco quien aprobó el pasado 3 de febrero el decreto para la beatificación del arzobispo Romero, en el que se reconoce el “martirio” del arzobispo “in odium fidei”, es decir, que fue asesinado por “odio a la fe”.

“Dios tiene sus planes que nosotros no conocemos. Desde el momento en que supimos que un latinoamericano iba a ser Papa, pensamos que era el momento para que monseñor fuera santificado”, agregó Gutiérrez. Algunos feligreses creen en la beatificación de Romero como símbolo de paz y la reconciliación entre la sociedad salvadoreña.

“Creo en las palabras de monseñor ‘quiero que mi sangre sea semilla de libertad y la señal que la esperanza será pronto una realidad’. Queremos que el 23 de mayo la esperanza esté ahí”, concluyó Gutiérrez, cuyo sobrino Javier Larios trabaja en Alexandria, Virginia, y desde la distancia  también expresó su orgullo por la beatificación de Romero.

“Como un hijo de Ciudad Barrios y salvadoreño de corazón siento un gran orgullo por la beatificación de monseñor Romero. Espero que sirva como un elemento de reconciliación en mi país para que logremos la paz”, dijo Larios, sobrino segundo de monseñor Romero.

—Cómo será la ceremonia de beatificación

La Eucaristía en la cual Monseñor Óscar Arnulfo Romero será beatificado iniciará a las 10 de la mañana en la plaza El Salvador del Mundo, donde se espera que asistan unas 260 mil personas. Primero se realizará una misa y luego empezará el rito de beatificación. Tras dirigirse al representante del Santo Padre, el cardenal Angelo Amatto, el Postulador de la Causa, Monseñor Vicenzo Paglia, presentará una biografía de Romero. Luego, el Delegado del Santo Padre leerá la Carta Apostólica y se develará la gigantografía del Beato. Inmediatamente, mientras se hace un canto, se presentarán las reliquias del beato junto al altar, la cuales serán adornadas y el Delegado del Santo Padre las inciensa. Después, el representante del Santo Padre entrega una copia de la Carta Apostólica al Arzobispo y al Postulador de la Causa. Más tarde se realizará la bendición final y se da por terminada la ceremonia.  Al día siguiente, el sábado 24, se celebrará una misa de acción de gracias con la Liturgia de la Solemnidad en la Catedral de San Salvador. Mientras que todas las misas dominicales del país se harán en honor a la Beatificación.                                                         ¿Quiénes asistirán? El acto contará con la participación de cinco cardenales de todo el mundo, 220 obispos, mil 200 sacerdotes y nueve presidentes, entre ellos, Michael D. Higgins, de Irlanda, y Rafael Correa, de Ecuador. Monseñor Romero nació en una familia humilde de El Salvador el 15 de agosto 1917, en Ciudad Barrios departamento de San Miguel (este).                                                                   Fue el segundo de ocho hermanos, hijo de Santos y Guadalupe. Fue un incansable luchador de los derechos humanos, abría las puertas de la Iglesia a los campesinos desplazados.  Realizó denuncias de la violencia militar y fue asesinado en marzo de 1980 para callar su voz en pro de esta lucha. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942 a la edad de 24 años.

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