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Homenaje al espíritu de Servicio

Spanish Catholic Center Gala

El cardenal Wuerl luego de la entrevista con el director de El Tiempo Latino, Alberto Avendaño, durante la gala del Centro Católico Hispano. El arzobispo de Washington tomó la edición de El Tiempo Latino con el Papa en portada y dijo en español: "Bienvenido Francisco".


           
   

Alfredo Duarte Pereira para ETL

El cardenal Wuerl luego de la entrevista con el director de El Tiempo Latino, Alberto Avendaño, durante la gala del Centro Católico Hispano. El arzobispo de Washington tomó la edición de El Tiempo Latino con el Papa en portada y dijo en español: "Bienvenido Francisco".

El CEO de Caridades Católicas, monseñor Enzler (centro) entrega un reconocimiento a William y Laura Kappaz quienes presidieron la gala del Centro Católico Hispano en el edificio Ronald Reagan de Washington.


           
   

Alfredo Duarte Pereira para ETL

El CEO de Caridades Católicas, monseñor Enzler (centro) entrega un reconocimiento a William y Laura Kappaz quienes presidieron la gala del Centro Católico Hispano en el edificio Ronald Reagan de Washington.

El cardenal Wuerl escucha al obispo auxiliar de Washington, Mario Dorsonville, durante la gala del Centro Católico Hispano el 3 de octubre en Washington.


           
   

Alfredo Duarte Pereira para ETL

El cardenal Wuerl escucha al obispo auxiliar de Washington, Mario Dorsonville, durante la gala del Centro Católico Hispano el 3 de octubre en Washington.

El CEO de Caridades Católicas, monseñor Enzler (centro) entrega un reconocimiento a William y Laura Kappaz quienes presidieron la gala del Centro Católico Hispano en el edificio Ronald Reagan de Washington.


           
   

Alfredo Duarte Pereira para ETL

El CEO de Caridades Católicas, monseñor Enzler (centro) entrega un reconocimiento a William y Laura Kappaz quienes presidieron la gala del Centro Católico Hispano en el edificio Ronald Reagan de Washington.

El sábado 3 de octubre, en el Ronald Reagan Building de Washington, tuvo lugar la gala anual de recaudación de fondos para el Spanish Catholic Center (Centro Católico Hispano) de Catholic Charities. Fue una noche celebrada bajo el lema del Papa Francisco: “Humildad, servicio, amor”. Y dedicada a reconocer y premiar el trabajo de aquéllos que dedican sus vidas a servir a quienes lo necesitan en la comunidad de la región de Washington. Durante la noche se dio a conocer además el Programa de Desarrollo Laboral Michael H. Kappaz.

“El programa es un testimonio al legado y compromiso comunitario de mi padre”, dijo William Kappaz quien presidió este año, junto a su esposa Laura, la gala del Centro Católico Hispano. “Se trata de capitalizar las alianzas con las empresas y miembros de la comunidad para ofrecer formación laboral y promocionar el empleo entre personas de bajos recursos”.

Durante 48 años años, la comunidad latina y la comunidad inmigrante en general han acudido al Spanish Catholic Center en busca de ayuda.

“Vienen para que sus hijos reciban cuidado dental o por una enfernedad, o en busca de formación para buscar un empleo o porque necesitan una asesoría legal y migratoria que no ueden encontrar en otro sitio”, expresó el CEO de Caridades Católicas, monseñor John Enzler quien fue el encargado de agradecer públicamente “el esfuerzo y la dedicación y el compromiso para con el Centro” de William Kappaz. “Pero cuando una persona necesitada o un inmigrante entra en el Centro Católico Hispano en Silver Spring, en Washington, DC o en Gaithersburg, reciben mucho más que ese servicio puntual tan necesario: reciben esperanza. Y todo gracias a la dedicación de los empleados que han hecho que el Centro sea un lugar seguro que ampare a personas y familias que se encuentran lejos de su hogar”, añadió Enzler.

El Obispo auxiliar de Washington, Mario Dorsonville, —a quien el cardenal Donald Wuerl describió como “el corazón del Centro Católico Hispano”— fue el encargado de presentar a un grupo de empleados que representaban a los 89 miembros que component las diferentes áreas de servicio del Centro.

“Su trabajo va más allá de lo que su profesión requiere y su impacto se extiende más allá de los confines de sus oficinas para impreganr a toda una comunidad y ser los artifices de la transfromación y el cambio”, dijo Dorsonville al presentar a un grupo que recibiría el galardón y el homenaje de la gala anual del Centro en Washington.

Contó Dorsonville que cuando el papa Francisco visitó Washington —incluyendo la sede de Caridades Católicas en la capital—, un desamparado le dijo: “Padre, ¡qué maravilloso haber podido ver a uno de los grandes hombres sobre la Tierra en unos de los coches más pequeños del mundo; un Fiat!”. Y eso, expresó el Padre Dorsonville, es lo que él piensa del Centro Católico Hispano: “Un lugar pequeño donde están personas grandes. Ellos son el rostro de Jesús para los que lo necesitan”.

Entre los servicios que ofrece el Centro están dos clínicas médicas y dos dentales que, en 2014, atendieron a unas 7.500 personas. Además, la ayuda de srevicios migratorios llegó a más de 3.000 familias y el programa de asesoría laboral alcanzó a 4.000 personas. Por su parte Caridades Católicas sirve a más de 120.000 personas cada año a ravés de 65 programas en 47 ubicaciones a lo largo y ancho del área metropolitana de Washington, abarcando los condados de Montgomery, Prince George’s, Charles, Calvert  y St. Mary’s en Maryland.

“El momento hispano”.

Uno de los momentos más esperados de la noche fue cuando el cardenal Donald Wuerl tomó la palabra. Previamente, en una conversación con El Tiempo Latino había descrito la visita del Papa Francisco a Washington como “Un momento hispano”. Y en sus palabras a los congregados, la noche del 3 de octubre, el cardenal reiteró la alegría de toda una comunidad humilde y necesitada ante “el efecto Francisco”.

“Fueron días de energía renovada”, dijo Wuerl. “Recuerdo que el Papa pidió que el papamóvil fuera abierto y el ruido de la gente, los gritos y los cánticos a lo largo de la Constitution Avenue eran ensordecedores hasta el punto que  para hablar con el santo padre teníamos que gritar dentro del vehículo: ¡Imagínense, le estábamos gritando al Papa!”, bromeó el cardenal quien dijo haberse emocionado al ver a padres alzar a sus hijos entre la multitud.

Pero, para Wuerl, el momento cumbre de la visita fue cuando Francisco aceptó venir a Caridades Católicas. “El rsotro del papa se iluminó entre los pobres y entre los desamparados”, dijo Wuerl. “Y al hablar con ellos y saludarlos, les dijo con la mano en el corazón: recuerden que ustedes nunca están solos porque la Iglesia siempre está con todos y cada uno de ustedes”.

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