Por tercera vez consecutiva en los Mundiales, el campeón de la edición anterior es eliminado en primera ronda. Ocurrió con España en 2014, cuando, tras salir campeón en Suráfrica, no pudo avanzar. Le pasó a Italia, en 2010, que venía de coronarse en 2006. Ahora fue el turno de la poderosa Alemania, que no pudo contra la “débil” Corea del Sur.
Con jugadores en los equipos más importantes del planeta, las súper estrellas teutonas se estrellaron una y otra vez contra un muro asiático de obreros, que los tuvieron contra las cuerdas en varias ocasiones, pero les faltó picardía para aprovechar las suyas.
Alemania fracasó a lo grande en Rusia y se convirtió en la primera gran sorpresa consagrada. Estuvo a punto un día antes Argentina, pero Messi y Rojo, de manera milagrosa, lo evitaron.
Los germanos se van a casa porque no pudieron contra México, que los desnudó a la contra. No se fueron antes porque Suecia se comió tres ocasiones claras para sentenciar en el primer tiempo un partido que lo tenía cocinado. Solo prolongó el drama Kroos con un gol sobre la hora ante los suecos para darles su única victoria en el mundial.
Pero contra Corea, el arquero Jo fue figura y todo el equipo en sí, que una y otra vez, pese a los errores que cometió, supo contener el ataque germano.
Los asiáticos dejaron muchos espacios por las bandas para las subidas de Héctor, por izquierda; y de Kimmich, por derecha, quienes se cansaron de desbordar y meter centros. Curiosamente, Corea les dejaba esos espacios, pero a la hora buena, alcanzó a rechazar en el área y cuando no pudo, apareció Jo para salvarlos.
Corea se va por la puerta ancha del Mundial en un grupo que resultó más complicado de lo que cualquiera hubiera soñado. Suecia terminó primera y México segunda. Mientras que Alemania se fue al hotel a hacer las maletas, cuarta con apenas tres puntos, los mismos que los asiáticos, pero que tuvieron mejor diferencia de goles.
Fuente: Cesar Najarro/ElSalvador.com
