Una piel radiante y saludable es parte esencial de la estética de las personas. Siendo el órgano más grande del cuerpo, es importante mantenerlo cuidado por dentro como por fuera. Sin embargo, el acné puede ser un problema prolongado que genere consecuencias tanto a corto como a largo plazo.
El acné es un problema de la piel que puede causar varios tipos de bultos en la superficie de la piel. Estos bultos se pueden formar en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la cara, el cuello, la espalda y los hombros.
Esta infección de los poros a menudo se desencadena por cambios hormonales en el cuerpo, por lo que es más común en niños mayores y adolescentes que atraviesan la pubertad.
El acné desaparecerá lentamente sin tratamiento, pero a veces, cuando algunos comienzan a desaparecer, aparece más. Los casos graves de acné rara vez son dañinos, pero pueden causar angustia emocional y pueden dañar la piel. Dependiendo de su gravedad, puede elegir ningún tratamiento, tratamiento de venta libre o medicamentos recetados para el acné para mejorar el aspecto de la piel.
El acné se produce cuando los poros de la piel se obstruyen con células muertas de la piel, exceso de aceite y, a veces, bacterias. Durante la pubertad, las hormonas a menudo causan que las glándulas sebáceas produzcan exceso de aceite, lo que aumenta los riesgos de infección que causan acné.
Una cosa que puede afectar tu piel es la dieta. Ciertos alimentos aumentan el nivel de azúcar en la sangre más rápidamente que otros. Cuando el nivel de azúcar en la sangre aumenta rápidamente, provoca que el cuerpo libere una hormona llamada insulina. Tener exceso de insulina en la sangre puede hacer que las glándulas sebáceas produzcan más aceite, lo que aumenta los riesgos de acné.
Comer alimentos de bajo índice glucémico compuestos de carbohidratos complejos puede reducir el riesgo de desarrollar acné. Los carbohidratos complejos se encuentran en alimentos como los granos enteros, legumbres, frutas y verduras sin procesar.
También se cree que los alimentos que contienen componentes como el zinc, vitamina A y E, antioxidantes son beneficiosos para la piel porque reducen la inflamación. Estos pueden ser frutas y verduras amarillas y anaranjadas como zanahorias, albaricoques y batatas; las espinacas y otras verduras de hoja verde oscuro, tomates, arándanos, pan integral, arroz integral, quinoa, pavo, semillas de calabaza, frijoles, guisantes y lentejas, salmón, caballa y otros tipos de pescados grasos, y nueces.
El cuerpo de todos es diferente, y algunas personas encuentran que obtienen más acné cuando comen ciertos alimentos. Bajo la supervisión de tu médico, puede ser útil experimentar con su dieta para ver qué funciona mejor para ti y tu tipo de piel. Siempre ten en cuenta las alergias a los alimentos o las sensibilidades que puedas tener al planificar tu alimentación.
