Desde las montañas de Jamundí emergió una voz de clamor este martes. Activistas comunitarios le pedían desde muy temprano a la Fiscalía colombiana aclarar el asesinato de uno de los líderes de la región. Libardo Moreno, quien según información de personas cercanas había apoyado en las elecciones legislativas al Partido Verde, tenía 76 años y fue atacado por hombres que se movilizaban en una motocicleta, que fingieron tener una falla mecánica para dispararle.
El crimen fue cometido en la vía que de Villa Colombia conduce al corregimiento Las Pilas. Las autoridades de la región aseguraron que no tenían conocimiento de amenazas sobre el defensor de derechos humanos, pero que los hechos estaban siendo investigados.
Por su parte, la familia de Moreno aseguró que el atentado puede tener vínculos con el trabajo que él realizaba en el acueducto de Jamundí como administrador. Sin embargo, hasta ahora no se conocen las pruebas que apunten a los autores del hecho.
En redes sociales han rechazado este y los más de 10 asesinatos que han ocurrido en todo el país durante las últimas dos semanas. Quienes conocían a Moreno lo describen como una persona defensora del medioambiente y la paz.
Claudia López, de la Alianza Verde, compartió un mensaje de apoyo de condolencia por lo acontecido. “Qué dolor el asesinato de nuestro amigo Libardo Moreno, líder social del agua, la vida y el territorio en Jamundí. Apoyó nuestra campaña de #MujeresBerracas con mucha generosidad. Nuestro abrazo a su familia y amigos”, dijo.
A los mensajes de apoyo e indignación también se han unido otros actores políticos. “Fue asesinado Libardo Moreno presidente de la Junta de Acción Comunal de Las Pilas en Jamundí. Pensionado de EmpCali, luchador por su pueblo. Miembro del Partido Verde. La vida de los líderes sociales también es sagrada”, escribió Angélica Lozano en una publicación en la que también agregó una foto de Moreno.
En esta zona de Colombia, el narcotráfico sigue siendo factor de violencia. A pesar de la ofensiva del gobierno contra los cultivos ilícitos, los grupos armados continúan en una guerra por controlar el territorio. Lo cierto, es que por el momento la protección de los líderes sociales, sigue siendo un desafío de grandes proporciones en el país.
Con información de Semana