ir al contenido

Tragedia por accidente de tránsito en Ecuador despierta dudas en su origen

El accidente de un autobús en Ecuador, en el que murieron 24 personas, ha dado lugar a muchas dudas y versiones encontradas, desde que se conoció la tragedia.

A medida que han avanzado las horas se han decantado los datos exactos del fatal accidente ocurrido en la madrugada de este martes entre las localidades de Pifo y Papallacta, muy cerca a Quito, la capital ecuatoriana. Al parecer, la unidad chocó contra otro vehículo en circunstancias aún no claras.

Con la luz del día se conoció que los viajeros no solo eran ecuatorianos, sino también colombianos y venezolanos. Sumado a ello, se pudo precisar que los pasajeros no eran desconocidos entre ellos, sino que se trataba de un grupo de amigos que viajaban en un paseo con rumbo a Lago Agrio, en Ecuador.

Además, se conoció que el paseo partió desde la ciudad de Cali, pero por el supuesto cierre parcial de la vía Panamericana que atraviesa los departamentos de Valle, Cauca y Nariño hasta llegar a la frontera con Ecuador, cambiaron el itinerario y decidieron avanzar hacia el sur atravesando el Huila y Putumayo (Neiva, Pitalito, Mocoa, Villa Garzón).

Los pasajeros eran habitantes de los barrios El Guabal, San Judas y Colón y que el famoso viaje a Ecuador fue un regalo que hasta el momento es un completo misterio, porque la persona que todos coinciden en señalar como la encargada de invitar a ese paseo, es una vecina que también iba en el bus y se encuentra en delicado estado de salud, debido a la gravedad de las heridas que sufrió.

Para aumentar aún más el misterio sobre el fatal paseo, la Superintendencia de Transporte le echó más leña al fuego al confirmar que el bus en el que viajaban los caleños no contaba con los permisos y autorizaciones para realizar ese servicio, “el vehículo presuntamente no portaba permisos de transporte internacional”, indicó la entidad en un comunicado.

A raíz de ello, el organismo de control abrió una investigación preliminar en contra de la empresa Cooperativa de Transportes Especiales del Oriente, porque al parecer habrían prestado un servicio de transporte sin autorización. Dicha empresa tiene sede en Cúcuta.

Otra de las líneas de investigación del organismo que regula el transporte público es determinar si el automotor cumplió con las revisiones técnico-mecánicas y su respectiva tarjeta de operación.

Precisamente uno de los elementos que más llama la atención en la legalidad del servicio que prestó el bus accidentado, es que las autoridades ecuatorianas tienen en su poder lo que al parecer es el contrato del servicio que prestaba ese automotor.

Supertransporte aseguró que, de acuerdo con el gobierno de Ecuador, el vehículo contaba con un contrato y un extracto de contrato expedido por dicha empresa que se había firmado el 10 de agosto en Bucaramanga por Gino de Jesús Moreno Pradilla, representante legal de la empresa y Claudia Ximena Orozco Córdoba, la persona que contrató el trayecto.

Según el extracto, el contrato se había firmado por un valor de 9 millones de pesos (50 por ciento al iniciar el recorrido y el 50 por ciento restante al terminar). Lo que establece el documento es que el viaje cubriría la ruta Neiva-Pitalito-Mocoa- Villa Garzón-La Hormiga-San Miguel-Ecuador-Lago Agrio y viceversa.

Quizás esos documentos permitan develar la inquietante pregunta que hoy todos se hacen: ¿quién pagó el misterioso paseo que terminó en tragedia?

Con información de Semana