Los corredores colombianos siguen su andar consistente en la Vuelta a España. En la séptima etapa, Nairo Quintana, Rigoberto Urán y Miguel Ángel López estuvieron en el grupo principal y no perdieron tiempo a diferencia de varios de sus contendores por la clasificación general de la carrera.
En un comienzo, se anticipaba que la jornada no tuviera muchos movimientos, pero las cuestas en los últimos 20 kilómetros generaron estragos y rompieron el grupo. El principal afectado fue Michal Kwiatkowski, que venía segundo pero perdió varias posiciones como consecuencia de una caída.
Otro de los que tuvo inconvientes en el sube y baja fue Nairo Quintana, quien tuvo una rápida reacción cuando tuvo un fallo mecánico restando 10 kilómetros para el final. El salvador del colombiano fue Richard Carapaz. El ecuatoriano le entrego su bicicleta al boyacense para que no perdiera tiempo.
Adelante hubo momentos de caos entre la treintena de corredores que resistieron. Los ataques fueron y vinieron durante todo el cierre de la etapa. Nairo y Superman López hicieron parte de un peligroso sexteto que exigió la persecución cuando faltaban 3.600 metros.
El asalto que fructificó fue el de Tony Gallopin (AG2R), quien se llevó la etapa en solitario después de una embestida, a dos kilómetros de la llegada en Pozo Alcón.
En un final de carrera que se asemejó a una clásica, Gallopin respondió al ataque del español Jesús Herrada y resistió la reacción de sus perseguidores, entre los que el eslovaco Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) fue segundo de la etapa y Valverde tercero. El mejor colombiano fue Rigo, quien terminó sexto de la etapa.
Rudy Molard conservó su liderato y el mejor de los escarabajos sigue siendo Nairo Quintana ubicado en la octava posición. López es 12 y Rigo 14.
En la etapa del sábado habrá un final parecido al de este viernes, pero los favoritos podrían tomarse con las cosas con calma teniendo en cuenta que el domingo se llevará a cabo la segunda etapa con final en alto de la carrera.
