Este lunes, el gobierno de Nicaragua emitió un comunicado en el cual tildó de “irrespetuosas” e “injerencistas” las declaraciones del presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado sobre lo que fue considerado como “asuntos internos” del país.
Estos calificativos del gobierno nicaragüense se propiciaron por un comunicado de la cancilleria de Costa Rica que salió el lunes por la detención de un ciudadano costarricense con origen nicaragüense llamado Allan Cardero Ocón durante una manifestación que se hizo este domingo y que culminó con una redada de 30 personas.
Nicaragua consideró el contenido de la misiva como “pretencioso e insolente”. Asimismo indicó que es “una cortina de humo” a su propia situación de crisis interna tras un mes de protestas.
Sin embargo, el consulado costarricense informó que liberaron a Cordero en la tarde del lunes aunque las autoridades nicaragüenses no se refirieran a la liberación en su respuesta.
“Fueron unas horas muy angustiantes para él, para su familia y para nosotros en el Consulado”, dijo el consul Oscar Camacho.
Nicaragua ha sido afectada por una crisis política desde hace seis meses, de la cual van contabilizados 320 muertos, 2.000 heridos y unos 500 detenidos.
Centenares de nicaragüense han buscado refugio en Costa Rica para resguardar su seguridad y huir de las consecuencias que han traído las protestas a la economía y al sector laboral del país centroamericano.
Con información de AFP.
