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Redskins apelan a la defensa y se imponen a los Cowboys

Un balón en el poste evitó alargar uno de los choques más intensos del año. Con los Redskins arriba en el marcador por 20-17 sobre los Cowboys, Brett Maher tuvo la responsabilidad de igualar las acciones en la última jugada del tiempo regular, pero su patada no tuvo éxito al estrellar el balón contra el poste y así permitir a los de Washington celebrar en casa y mantenerse en la primera casilla en el Este de la Conferencia Nacional.

La gran rivalidad de la NFL, y para muchos una de las más atractivas de todo el deporte, midió a dos conjuntos con realidades diferentes.

Por un lado, un cuadro de la capital con el claro objetivo de ser la grata sorpresa del año, aquel que aprendió de los errores del pasado para mostrar una mejor cara y así colarse en la postemporada. Del otro, la frágil franquicia de Dallas que en su cuarta presentación en la carretera aspiraba a su primer triunfo a domicilio.

El inicio tuvo en la figura del mariscal Alex Smith el protagonista de la primera y única anotación por la vía del touchdown en una serie de seis jugadas y 52 yardas en la que el cerrador de la acción fue Kapri Bibbs, en un final de 23 yardas para poner número en la casa.

A partir de ahí, la defensiva tendría el peso del triunfo.

La línea defensiva generó la presión suficiente sobre Dak Prescott, víctima del rubro que ahora presumen los capitalinos para incurrir en dos balones sueltos, uno de ellos terminando en anotación en el último cuarto para poner tierra de por medio en la pizarra.

Pero no solo la dinámica tuvo incidencia contra el hombre de los pases de la escuadra tejana, pues la estrategia tuvo la efectividad al también enfocarse sobre el talentoso corredor Ezekiel Elliot, a quien se le vio tímido y opacado por las puertas que sus contrarios cerraron, empujándolo a promediar apenas 2.2 yardas por acarreo.

Así, los pateadores llevaron el compromiso a un final de película, con Dustin Hopkins con la mejor parte en el festival de intentos, sumando dos goles de campo por solo uno de Maher, villano para los vaqueros, que ahora sufren y se alejan del primer puesto en su zona.