El entramado de corrupción dentro de la empresa petrolera venezolana Pdvsa tiene un alcance incalculable. La que alguna vez fuera una de las compañías más solventes y fuertes del mercado hoy padece los impactos internos de exempleados que incurrieron en actos delictivos y de los que hoy salen nuevos episodios a la luz.
El último de estos lo protagonizó Abraham Ortega, otrora directivo de la estatal, quien se declaró culpable por haber recibido sobornos por un total de 17 millones de dólares en acciones ligadas a lavado de dinero.
El hombre de 51 años, y quien se encuentra bajo el control de las autoridades estadounidenses desde el pasado 11 de septiembre, detenido al estar vinculado a la Operación Fuga de Dinero, es parte del lavado de fondos de la empresa a través de propiedades fuera de Venezuela.
En principio, el primer delito de soborno en el que incurrió fue cuando tomó cinco millones de dólares para dar préstamos prioritarios a una compañía francesa y a una entidad bancaria Rusia.
Después, recibió otros 12 millones de dólares al estar dentro de una célula que ejecutó una malversación estatal, con más préstamos y contratos en moneda extranjera.
En su declaración a la corte del Distrito Sur de Florida, Ortega señaló además que en Pdvsa se malversaron aproximadamente 1.200 millones de dólares.