Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, firmó un decreto en Brasilia con el fin de flexibilizar la posesión de armas de fuego en el país suramericano, uno de los más violentos en el mundo.
La posesión de armas era legal al cumplir varios requisitos: ser mayor de 25 años, no tener antecedentes criminales, tener una ocupación lícita, comprobar capacidad técnica y psicológica y justificar su uso.
A fin de cumplir con una de sus promesas en campaña, este martes Bolsonaro firmó el decreto diciendo: “Para garantizar el legítimo derecho a la defensa, como presidente voy a usar esta arma (el bolígrafo)”.
Ahora los residentes de áreas rurales y en áreas urbanas con elevados índices de violencia (con una tasa de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes) pueden alegar “efectiva necesidad” para obtener el porte de arma.
También aumentó la vigencia de las licencias aprobadas por las autoridades, de cinco a diez años.
Con información de AFP.