La Fiscalía General de la Nación –a través de un comunicado oficial– se precipitó a anunciar con bombos y platillos que el cantante de reguetón Kevin Roldán había sido enviado a la cárcel por presunto abuso sexual. El ente investigador, un rato después, lanzó otra información que sí incluía la decisión final del juez: “En recurso de reposición interpuesto por la defensa de Kevin Roldán, juez recovó medida de aseguramiento carcelaria”.
La Fiscalía, al tratar de subsanar su descache, explicó que la determinación final del juez fue la de imponer una “medida no privativa consistente en no acercarse a la víctima”.
De acuerdo con la denuncia interpuesta por la compañera sentimental del cantante de 25 años, él la maltrataba físicamente y la mantenía bajo un sistema de encierro en su propia vivienda, en la que permanecía bajo la supervisión de vigilantes y escoltas. Estos tenían órdenes del cantante de no dejarla salir ni permitirle recibir visitas.
En las declaraciones que ofreció al ente investigador, la presunta víctima aseguró que en una ocasión, después de una fuerte golpiza, el cantante la habría accedido carnalmente en contra de su propia voluntad. Roldán fue imputado por los delitos de secuestro simple, acceso carnal y violencia intrafamiliar.
El artista, nacido en el Valle del Cauca, es el intérprete de canciones como PPP, Contra la pared y Nadie como yo.
Fuente: Semana
