Algunos que notaron su turbante y su barba sin esquilmar lo llamaron terrorista. Otros se burlaban llamándolo Osama bin Laden. Desde casi su primer día como conductor de autobús escolar a las afueras de Maryland, Sawinder Singh relató ser el objetivo de su aspecto.
El acoso vino de compañeros de trabajo, supervisores y estudiantes, según comentó.
Un día, mientras conducía por las carreteras del Condado de Montgomery, se perdió un giro e inmediatamente un gran grupo de estudiantes a bordo gritaron que los estaba secuestrando.
“¡El conductor va a volar el autobús!” Los recuerda gritando.
Sin embargo, 13 años después de su carrera en el sistema escolar del condado, Singh está dando un giro en su historia, ya que sus abogados y funcionarios escolares lo estarían ayudando a resolver los problemas planteados en una queja presentada ante la Comisión Federal de Igualdad de Oportunidades en el Empleo en 2016.
El acuerdo, que se espera que se anuncie este martes, incluye esfuerzos para mejorar la educación cultural y la capacitación en el reconocimiento de prejuicios, lo que Singh espera conduzca a un mayor entendimiento entre los empleados y estudiantes de los sikhs y otras minorías religiosas en el diverso sistema escolar.
Sus abogados afirman que el caso podría tener un amplio alcance a nivel nacional, dada la estatura de Montgomery como uno de los sistemas escolares más grandes y reconocidos del país.
“Si un distrito escolar de su nivel está haciendo esto, entonces otros distritos tomarán nota”, dijo Amrith Kaur, directora legal de la Coalición Sikh, una organización de derechos civiles que representa a Singh. Agregando además que “Espera que esto sea una llamada de atención para otros distritos y para otros empleadores”.
Con información de The Washington Post