Con cada arranque de temporada en la NBA, no puede faltar la predicción. MVP, Novato del Año, Jugador de Mayor Progreso, Jugador Defensivo y campeón salen a relucir en las cartas de muchos fanáticos y expertos en la materia, encendiendo un debate que finaliza solamente cuando el campeón se corona.
En el pasado curso, por ejemplo, fueron pocos los que creyeron desde el inicio en los Raptors de Toronto, a la postre campeones de liga al imponerse a los Warriors de Golden State. También un mínimo porcentaje aseguraba que los Lakers de Los Ángeles, ahora con LeBron James como figura, verían la postemporada desde casa.
Pero la gran mayoría acierta, especialmente, cuando apunta a las grandes franquicias, algo que podría no cumplirse y generar una sorpresa mayúscula con dos organizaciones que miran de lejos los puestos de playoffs.
DINÁMICA. Sin sus estrellas, se notan las grietas. | Foto: Efe.
Los protagonistas: Warriors y Spurs de San Antonio.
¿Fin de la dinastía?
En el último lustro no ha habido mejor campeón que Golden State. Dentro de la subjetividad del tema es válido incluir los movimientos que hicieron de este un quinteto a temer y que fácilmente se sienta en la mesa de los mejores campeones en la historia de la NBA. Basta con mencionar a un cuarteto en el que coincidieron piezas de la talla de Stephen Curry, Kevin Durant, Klay Thompson y Draymond Green.
ESPERANZADOS. El cuadro californiano espera tener opciones de postemporada. | Foto: Efe.
Pero hoy en día la historia es diferente. Una vez se conoció que Durant exploraría la agencia libre, en California se vieron en la obligación de gastar sus ahorros para amarrarlo con un nuevo contrato; no obstante, el dinero no era la principal motivación del popular y talentoso alero, quien se decantó por un acuerdo menor que lo llevó a Brooklyn para defender el uniforme de los Nets, donde ahora comparte con el base Kyrie Irving.
Sin una pata sólida, la mesa mostraría desequilibrio, pero no lo suficiente como para verlos tan lejos de los primeros ocho lugares en el primer mes de zafra. Y así, para su lamento, fue.
En este caso no fue tan pesada la ausencia de Durant como las lesiones las que crearon caos prematuro en los alrededores del Chase Center.
DESLUCIDOS. Los Spurs no encuentran el norte. | Foto: Efe.
Thompson no ve acción desde las finales del pasado curso, grupo al que se sumaron Curry, con fractura de mano, y el recién llegado D’Angelo Russell.
Las calamidades se adueñaron de los más versátiles y poderosos jugadores a la ofensiva, lo que, pese a saber que los volverá a ver en la ronda regular, enciende las alarmas ante lo que será la urgencia de ganar cuantos juegos sean posibles para meterse en el grupo de ocho en la Conferencia del Oeste.
Etapa confusa
El pasado campeonato, los Spurs se vieron en una situación complicada; sin embargo, lograron sobreponerse, aprender de los errores, y colarse en las series de eliminación directa. Esta vez, parece que el esfuerzo y las ganas no serán suficientes.
RITMO. El pase extra no funciona en la 2019-2020. | Foto Efe.
Pero, sin la necesidad de justificarlos, parece que es una etapa que debían vivir.
Entre 2003 y 2014, los tejanos se llevaron a casa seis trofeos de campeón. Amparados en piezas como Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili, los tres bajo la dirigencia de Gregg Popovich, en San Antonio se hizo del triunfo un hábito.
El sistema de juego, con el pase extra como figura principal, fue la bandera del esquema del quinteto que pusiera el talentoso coach, un seguro Salón de la Fama y quien este año se hizo cargo de la selección de Estados Unidos en el Mundial de China.
Pero los jugadores insignia ya no están, por ende es necesaria una renovación. Y como todo proceso, toma tiempo.
FRACASO. Podrían quedarse en el camino. | Foto: Efe.
Rasgos ajenos
La caída de estos dos se suma al renacer de cuadros que apuntan a un norte más brillante que en el pasado. Así, organizaciones como Mavericks de Dalas, amparados bajo las labores del esloveno Luka Doncic; y los Timberwolves de Minnesota, con Karl Anthony Towns como pieza que destaca, se ganan un puesto que hasta hace poco parecía imposible.
Aún falta mucho camino por recorrer y la obligación del par de franquicias mencionadas es enorme; sin embargo, a diferencia de los aporreados Warriors y Spurs, estas dependen de sí mismas para trascender y disfrutar de lo que por mucho tiempo les fue esquivo.
Mientras, los grandes referentes del juego, en caso de no avanzar, deberán poner sobre la mesa todos los aspectos de su juego, en especial los que desviaron el camino hacia el fracaso, con la misión de cambiar de semblante más temprano que tarde.
