PREMIO. Walter Tejada recibe el premio James B. Hunter de la Comisión de Derechos Humanos.
FOTO: Tomás Guevara – ETL
GANADORES. Dos individuos y cuatro organizaciones se llevaron preseas el pasado jueves.
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VOTANTES. La Liga de Mujeres Votantes de Arlington, busca que todos los aptos para votar participen en las urnas. FOTO: Tomás Guevara – ETL
Su larga trayectoria corno servidor público en Arlington, sumada a su trabajo ininterrumpido en defensa de los derechos de la comunidad hispana antes, durante y después de formar parte del gobierno de esta localidad de Virginia, le valieron a Walter Tejada el reconocimiento de la Comisión de Derechos Humanos. Los funcionarios del condado a orillas del Río Potomac y ubicado directamente al frente de Washington, DC le presentaron el premio James B.Hunter.
La ceremonia de premiación de la edición número 21 de estos reconocimientos a personas y organizaciones de Arlington que trabajan en la promoción y defensa de los derechos fundamentales y de participación ciudadana, se realizó en la sede del Concejo la noche del jueves 12 de diciembre.
Walter Tejada, quien de 2003 a 2015 rotó por las sillas del Concejo del condado y en dos ocasiones tuvo a su cargo la presidencia de ese gobierno local, fue el primero de la noche en recibir la presea, por su trabajo en pro de los inmigrantes y de otras minorías en esa localidad con fuerte presencia hispana.
“Para mí tiene un doble significado recibir este premio por la lucha de los derechos humanos y civiles en Arlington. Estuve a cargo de esta Comisión de Derechos Humanos – en el gobiernopor casi por nueve años porque quería ayudar a fortalecerla. Por otro lado recibir este honor me es grato porque James B. Hunter fue un amigo y uno de mis mentores cuando él ejercía en la Junta de Gobierno del Condado. Era un hombre muy caritativo y de gran corazón”, comentó Tejada.
En la apertura de la ceremonia el presidente de la Junta de Gobierno del condado, Christian Dorsey, reconoció la importancia de esta Comisión para el actual gobierno por el trabajo constante para destacar a residentes de su localidad que laboran como individuos u organizaciones, por luchar por los derechos humanos.
“Mis colegas y yo estamos muy agradecidos con la Comisión de Derechos Humanos por honrar a estas personas y organizaciones que han trabajado incansablemente para garantizar que Arlington sea seguro y acogedor para todos”, dijo el presidente de la Junta.
Noche de galardones
La ceremonia donde dos ciudadanos y cuatro organizaciones recibieron estos premios, es un trabajo de seguimiento que hace la comisión para medir el impacto que tienen en la comunidad, puntualizó el presidente Dorsey, que culmina su período al frente de la Junta a finales de este mes.
Durante su disertación al recibir la presea, Walter Tejada destacó que otras personas que recibirían los premios esa noche también tienen el respaldo de muchos héroes anónimos que trabajan de manera constante y desinteresada por el bienestar de los demás; todo por lograr mejores condiciones de vida para los residentes más vulnerables.
Arlington tiene uno de los ingresos per cápita más altos en la región norte de Virginia, pero aún tiene enormes desafíos, en especial con comunidades inmigrantes y de otras minorías que hacen frente a la vertiginosa subida del precio de la vivienda y otros servicios que se han encarecido en esa jurisdicción vecina inmediata de Washington, DC.
La ceremonia continuó dando la siguiente presea individual a Joan Trumpauer Mulholland, una educadora veterana y luchadora arlingtoniana que por más de 60 años ha sido activista por los derechos civiles no solo en el área metropolitana de Washington, sino a escala nacional. Ella empezó su trabajo durante la lucha contra la segregación racial cuando apenas tenía 23 años, en una de sus misiones en Mississippi fue arrestada y estuvo en el corredor de la pena de muerte. El Ku Klux Klan la tuvo en la lista de personas para asesinar durante años.
Los premios de la noche para las organizaciones y comunidades que trabajan de manera sostenida por la inclusión y protección de la población recayeron en un grupo de apoyo a la comunidad afroamericana, otro para los impulsores del voto en Arlington, uno más para un comité de la comunidad de Etiopía en ese condado y el último para un joven estudiante que aboga por los derechos LGTBQ.
Padres Afroamericanos de Arlington (BPA por sus siglas en inglés), trabaja en mejorar las oportunidades de educación para niños y jóvenes de esta minoría empoderando a los padres en el proceso. En otro ámbito, la Liga de Mujeres Votantes de Arlington, LWV, busca que todos los aptos para votar participen en las urnas en todos los procesos electorales, en especial los nuevos ciudadanos.
El Comité de Desarrollo de la Comunidad Etiópe ha trabajado desde los años ochenta como un apoyo incondicional para asistencia en el proceso de refugio a inmigrantes de esa comunidad africana. Por su parte, Student LGBTQ, grupo al que pertenece Sean Bender-Prouty, es una organización liderada por jóvenes de Arlington que trabajan por sensibilizar en la misma escuela sobre los derechos de esta comunidad diversa y asegurarse de que se logren avances para sus miembros.