(c) 2021, The Washington Post - Rachel Siegel
Los precios aumentaron un 5,4% en junio en comparación con el año anterior, lo que refleja una inflación ascendente en toda la economía a medida que más consumidores incrementan su gasto y las cadenas de suministros luchan por recuperarse tras la pandemia.
Aun así, las autoridades de la Reserva Federal y la Casa Blanca continúan prediciendo que según la economía continúe su recuperación, la inflación se estabilizará.
Los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales el martes mostraron que los precios subieron un 0,9% en el último mes. Es poco probable que estas cifras inquieten a los funcionarios, quienes han sostenido durante mucho tiempo que los aumentos de precios son una característica temporal de una recuperación económica inusual debido al Covid-19. Su expectativa es que la inflación se acercará más hacia el objetivo anual de la Fed de un 2% entre el próximo año y el 2023.
Los precios de los autos y camiones usados continuaron su fuerte subida, aumentando un 10,5% en comparación con el mes anterior. Ese aumento representó más de un tercio del total del incremento de precios, usando como base datos ajustados a las variaciones estacionales. El mercado de automóviles usados, que depende en gran medida de la renovación de los vehículos y sus partes, se ha visto afectado por una escasez mundial de microchips y un retraso en la cadena de suministros que impide que los automóviles nuevos lleguen al mercado.
Un vistazo al índice de precios al consumo muestra cómo están cambiando los hábitos de gasto están cambiando a medida que las personas reanudan activida. Por ejemplo, la medida del “gasto en comida fuera del hogar”, es decir, comida en restaurante, aumentó un 4,2% durante el último año, el mayor aumento de 12 meses en ese índice desde mayo de 2009.
El índice de la gasolina también subió un 2,5% durante el mes.
Hay algunas razones por las cuales la inflación está aumentando. Para empezar, los precios en 2021 se están comparando con los de 2020, cuando la pandemia provocó el cierre de la economía y precios menores.
Además, a medida que las vacunas se generalizan y los consumidores empiezan a gastar sus ahorros acumulados, la demanda se recupera mucho más rápido que la oferta. Muchos estadounidenses están ansiosos por reservar boletos de avión, alquilar autos y habitaciones de hotel, mientras que la industria de viajes todavía está recuperándose de las profundidades de la pandemia. Las cadenas de suministros atrasadas también chocan con la demanda de productos como muebles, bicicletas y autopartes.
La Reserva Federal espera que esas condiciones vayan desapareciendo a medida que más personas regresen al trabajo y la economía recupere su equilibrio. Mientras tanto, los funcionarios de los bancos centrales tienen claro que no aumentarán las tasas de interés como respuesta a la inflación temporal. Con un déficit de aproximadamente 6,8 millones de puestos de trabajo en el mercado laboral, la Reserva Federal quiere que la mayor cantidad de personas posible vuelva a trabajar antes de que una subida de tasas de interés desacelere la economía.
Los Republicanos y algunos economistas prominentes como Lawrence Summers, sin embargo, argumentan que la subida de los precios es un tema urgente a tratar. Advierten que las bajas tasas de interés que mantiene la Reserva Federal, y otros apoyos que están recibiendo los mercados, están alimentando excesivamente la economía. Su preocupación es que una vez que la Reserva Federal decida controlar la inflación y subir las tasas, se vaya a encontrar con el juego en su contra.
Los datos de inflación de junio fueron similares a los de mayo, cuando los precios subieron un 5%. Otra medida de la inflación, publicada por la Oficina de Análisis Económico, estimó el aumento de precios de mayo en 3.9%.
Información de la autora:
Rachel Siegel es reportera de economía que cubre la Reserva Federal. Anteriormente cubrió noticias de última hora para la sección financiera del Post y política local para la oficina del Post's Metro. Antes de unirse al Post en junio de 2017, Rachel contribuyó al The Marshall Project y al The Dallas Morning News.
Lea el artículo original aquí.