Este artículo fue producido por WAMU/DCist. Lo puedes leer en inglés aquí.
Por Debbie Truong
Martita Fleming se asegura de que todo esté funcionando en la Washington Latin Public Charter School. Como directora de operaciones, su trabajo implica muchas responsabilidades – se asegura de que las clases tengan libros, que las luces funcionen y que la fotocopiadora esté operativa.
Las responsabilidades de Fleming aumentaron cuando Washington Latin reabrió plenamente para educación presencial el mes pasado. Ella y un pequeño equipo de coordinadores y maestros supervisan que se lleven a cabo las pruebas de coronavirus y evaluaciones médicas a los estudiantes, y supervisan a aquellos estudiantes que están en aislamiento.
En esencia, Fleming está manejando la respuesta de la escuela frente al Covid-19 prácticamente sin la ayuda de la enfermera de la institución.
“Definitivamente requiere de mucho esfuerzo y horas de trabajo”, aseveró.
Esto se debe a que las enfermeras de las escuelas contratadas por la ciudad no tienen permitido supervisar o tratar a los estudiantes con síntomas de Covid-19, según el testimonio de varios directivos escolares. Esto ha puesto a los directivos en la difícil posición de tener que decidir quién debe hacerse cargo de los estudiantes que presentan síntomas de Covid dentro de las instalaciones de la escuela.
Algunas escuelas han gastado dinero adicional para contratar enfermeras externas, a veces teniendo que dejar de cubrir otras necesidades. Otras escuelas, incluyendo a Washington Latin en Brightwood Park, dependen del su propio personal, sin entrenamiento médico formal, para determinar si un estudiante debe ser enviado a casa.
La Oficina del Superintendente Estatal de Educación (Office of the State Superintendent of Education, OSSE por sus siglas en inglés) dijo que las enfermeras, quienes están contratadas a través del Children’s National Hospital, están atendiendo las muchas otras necesidades de salud de los estudiantes. Eso incluye suministrar medicamentos, monitorear sus niveles de glucosa, y asegurarse de que los estudiantes tienen sus vacunas al día.
Las escuelas tampoco tienen permitido usar la oficina de las enfermeras, conocidas también como “suites de salud”, para aislar a los estudiantes con posibles síntomas de Covid como medida para evitar la propagación del virus.
“Las suites de salud van a estar ocupadas, no sólo con los estudiantes que llegan con algún malestar, sino que las enfermeras están examinando de manera proactiva a los niños no han participado en clases presenciales por más de un año y que pueden no haber sido examinados por un profesional de salud durante ese tiempo”, dijo la OSSE en una declaración.
Si un estudiante demuestra síntomas que pudieran indicar que tiene Covid-19, las enfermeras le dicen al personal de la escuela que el niño debe ser aislado. Una vez que el estudiante es aislado, se deja en manos de la escuela determinar los próximos pasos a seguir en base a los criterios descritos por la ciudad en sus ordenanzas.
Parte de las dificultades tienen que ver con que el personal puede no tener la experticia para distinguir los síntomas de Covid-19 de otros malestares de salud, dicen los líderes de las escuelas. Ellos dicen que las enfermeras, muchas de las cuales han cultivado relaciones cercanas con los estudiantes y sus familias, deberían jugar un papel más importante en los esfuerzos de respuesta ante el coronavirus en los campus.
Fleming dice que ella escudriña con atención las guías de salud y regularmente consulta con los expertos médicos de la ciudad. Pero no se siente plenamente capaz de decidir cuándo un estudiante debe permanecer o retirarse del campus.
“Yo quisiera que un médico profesional, alguien que haya ido a la universidad para eso, alguien que no sea yo, sea quien evalúe esto”, dijo. "Yo no quiero usar la medicina de mamá. Yo quiero usar la medicina de verdad”.
Antes de la pandemia, los estudiantes de Washington Latin eran enviados a la oficina de la enfermera cuando necesitaban algún tipo de atención médica, según comentó Peter Anderson, director de la escuela. La enfermera decidía si el estudiante debía irse a casa, respondía a las preguntas de los familiares y hacía las recomendaciones sobre los cuidados a seguir.
Él quisiera que la enfermera de la escuela hiciera lo mismo con los estudiantes que presenten síntomas de Covid-19 en vez de depender del personal de la escuela para esto.
“Estamos hablando de personas que no son profesionales [en esta área] y están dependiendo de su mejor criterio”, añadió.
Un vocero del Children’s National refirió todas las preguntas al Departamento de Salud de DC (DC Health), la institución que emitió las guías para la reapertura de las escuelas. DC Health no respondió a las solicitudes de comentario. Wala Blegay, abogada de la Asociación de Enfermeras del Distrito de Columbia, un sindicato que representa a las enfermeras de las escuelas, tampoco respondió a las solicitudes de comentario.
Cerca de 180 escuelas del Distrito cuentan con la asignación de una enfermera a través de una alianza pública-privada con el Children’s National.
Las escuelas públicas – tanto las tradicionales como las independientes (“Charter”) – disponen de 40 horas de servicio de enfermería a la semana bajo la ley de DC, pero las jurisdicciones de la región han tenido problemas debido a la escasez de personal.
Es difícil saber con exactitud cuándo, y de qué manera, se enteraron los directivos de las escuelas de que las enfermeras no iban a atender a los estudiantes con síntomas de Covid.
Algunos directivos dijeron que las autoridades de salud de la ciudad habían compartido las guías con las escuelas durante el verano. Otros creían que las guías habían estado en pie desde el año pasado cuando los estudiantes regresaron a las instalaciones en pequeños grupos. Un directivo de escuela dijo que se enteró de las guías directamente de las enfermeras y sus supervisores en el Children’s National.
El asunto cobró atención a medida que los campus se preparaban para la reapertura total en el nuevo año escolar, de acuerdo a Anne Herr, directora de políticas y programas de la Alianza de Escuelas Charter de DC (DC Charter School Alliance), la cual aboga por las escuelas independientes.
“No estamos seguros si todos están recibiendo las mismas guías”, aseguró. “A medida que todos retornan a clases presenciales y los estudiantes regresan a los campus, ha habido algo de confusión”.
La Soujourner Truth Public Charter School fue entre una docena de escuelas que impartieron educación presencial limitada el otoño pasado. Durante todo el período, el personal de la escuela estuvo monitoreando a los estudiantes que estaban aislados con posibles síntomas de Covid-19, de acuerdo a Justin Lessek, director ejecutivo fundador de la escuela secundaria. Lessek dijo que él, el director de la escuela, el director de oficina y el coordinador de educación especial, han asumido esas responsabilidades.
Indicó que DC Health se comunica semanalmente con los directores de las escuelas para temas de seguridad y entrenamiento del personal para que sean rastreadores de contactos. Pero a él le gustaría poder consultarle a la enfermera de la escuela si un estudiante está presentando posibles síntomas de Covid-19 o para que ayude a determinar posibles contactos cercanos de alguien que resulte positivo a una prueba.
“Algunos de nosotros hemos trabajado muy duro para leer todas las guías, para entender los síntomas de la mejor manera posible”, afirmó. “Pero no somos, en la mayoría de los casos, profesionales de la enfermería o la medicina”.
El sistema tradicional de escuelas públicas y otros operadores de escuelas independientes han contratado a trabajadores especializados para que ayuden con las pruebas, exámenes y procesos de aislamiento de los estudiantes.
DC Public Schools, entidad que educa a más de la mitad de los estudiantes de las escuelas públicas de la ciudad, contrató a un técnico de cuidados al paciente para cada uno de sus campus para que apoyen en las evaluaciones diarias de salud y en supervisar a los niños que necesiten aislamiento, de acuerdo a la OSSE.
El sistema de escuelas también contrató a una enfermera adicional por cada cinco escuelas. Esas enfermeras, que no están contratadas por el Children’s National, estarán desplegadas en los colegios para evaluar a los estudiantes que estén en aislamiento y hacerles las pruebas de coronavirus.
Algunos funcionarios electos han criticado el acuerdo que mantiene a las enfermeras contratadas por la ciudad alejadas de los estudiantes que presentan potenciales síntomas de Covid. El arreglo es “ineficiente y un desastre en pleno desarrollo”, dijo Christina Henderson, concejal general de DC, a través de Twitter.
Jessica Sutter, quien representa el Distrito 6 (Ward 6) en la Junta de Educación de DC (DC State Board of Education), argumentó que la ciudad está complicando aún más un proceso de reapertura que ya de por sí implica muchos riesgos.
“Tenemos profesionales médicos asignados a las instalaciones de las escuelas para que puedan cuidar la salud de los niños”, dijo. “Pero no las estamos involucrando en la situación de salud más riesgosa que deben enfrentar nuestras escuelas este año”.
DC Prep, una operadora de escuelas independientes con seis entidades de educación primaria y secundaria, contó con las enfermeras de sus escuelas para supervisar las pruebas de coronavirus durante las clases de verano, dijo Neils Ribeiro-Yemofio, jefe de la escuela para asuntos externos. Las enfermeras también atendían a los estudiantes que presentaran potenciales síntomas de Covid.
Ese proceso funcionó muy bien, aseguró. Pero después de enterarse en agosto de que que las enfermeras contratadas por la ciudad no podían asumir más esa responsabilidad, DC Prep rápidamente contrató a enfermeras externas.
La escuela tuvo que redireccionar $700.000 que iba a invertir en la compra de equipos para educación al aire libre hacia la contratación de las nuevas enfermeras y el acondicionamiento de oficinas para su uso.
“Ha sido una tarea gigantesca, titánica” aseguró.