En una votación 79-19, el Senado envió al escritorio de Biden la reforma del Servicio Postal que garantiza la entrega de correo seis días a la semana, menos feriados federales y elimina la financiación de beneficios de atención médica anticipada a trabajadores, y envía a los futuros jubilados a Medicare. Ya el mes pasado, la Cámara de Representantes había aprobado el proyecto de ley con un amplio apoyo bipartidista 342-92.
La reforma proporciona la flexibilidad financiera para que la agencia de correo pueda hacer mejoras. Este proyecto de ley en específico forma parte del plan de reestructuración de 10 años, promovido por el director general de Correos, Louis DeJoy, un antiguo donante republicano que asumió el cargo en junio de 2020.
Durante años el Servicio Postal ha enfrentado pérdidas provocadas por la caída de volúmenes de correo. Por lo general, la agencia no recibe dólares de impuestos para gastos operativos y depende de la venta de franqueo, productos y servicios para financiar sus operaciones.
“Con las reformas financieras legislativas logradas hoy, combinadas con nuestras propias reformas operativas autodirigidas, podremos autofinanciar nuestras operaciones y continuar entregando a 161 millones de direcciones seis días a la semana durante muchas décadas por venir”, dijo DeJoy en un comunicado. “Agradezco al Senado y al liderazgo de nuestro Comité que rompieron el atasco de 10 años que durante mucho tiempo ha limitado las finanzas del Servicio Postal”, agregó.
El Servicio Postal y la pandemia. Para los republicanos la agencia era un ejemplo de despilfarro e incompetencia del gobierno; para los demócratas la agencia fue un ejemplo de los beneficios sólidos gubernamentales. Pero fue la pandemia la que obligó a los legisladores de ambos lados del pasillo a llegar a consensos sobre su reestructuración al exponer sus debilidades.
Casi la mitad de todos los votantes emitieron sus votos por correo durante las elecciones de 2020, y los trabajadores postales transportaron paquetes de puerta en puerta en medio de una creciente demanda de comercio electrónico durante el confinamiento.
En 2021 estableció un plan estratégico de 10 años que incluye ventanas de entrega de primera clase más largas, horas de oficina de correos reducidas y precios postales más altos, ya que veía el futuro de la agencia amenazado.
Lo que implica la reforma. Los crecientes costos de compensación y beneficios para trabajadores, además de las constantes disminuciones en el volumen de correo, han contribuido a la tinta roja del Servicio Postal.
La legislación requerirá que los futuros jubilados postales se inscriban en Medicare, una medida que agregaría pocos costos al sistema de atención médica pública. Esta medida elimina un proyecto de ley de 2006 que requería que financiara por adelantado anualmente los beneficios de atención médica de los jubilados.
Para mejorar el servicio, el proyecto establece que se disponga de un tablero en línea que se pueda buscar por código postal para mostrar cuánto tiempo se tarda en entregar cartas y paquetes.
El proyecto de ley también impondría nuevos estándares de transparencia para la agencia, requiriendo informes regulares al Congreso sobre el estado financiero del Servicio Postal y la publicación de datos de entrega.
“Este proyecto de ley, que ha tardado 15 años en elaborarse, finalmente ayudará al Servicio Postal a superar los onerosos requisitos que amenazan su capacidad para brindar un servicio confiable al pueblo estadounidense”, afirmó el senador Gary Peters, uno de los que ha contribuido a impulsar la ley, en un comunicado.
A pesar del apoyo bipartidista, la ley también tuvo sus detractores como el senador Rick Scott, que considera que la medida es miope: “Este proyecto de ley no reduce los costos, simplemente los cambia de un programa gubernamental sin fondos a otro programa gubernamental sin fondos”, dijo.
Con información de The Washington Post, AP y The New York Times