Los estadounidenses se enfrentan a un shock de precios en las gasolineras de todo el país, pero el aumento de los costes de la energía a nivel mundial también afectan la economía de otras maneras.
¿De qué estamos hablando? Las aerolíneas han reducido sus vuelos. Los camioneros añaden recargos por combustible. Y las empresas de cuidado del césped y las peluquerías caninas móviles han incrementado sus tarifas de servicio.
- La invasión rusa de Ucrania y el aumento de los precios de la energía parecen agravar los problemas de inflación del país.
- Los precios alcanzaron los $4,33 esta semana después de que el gobierno de Biden tomara medidas para prohibir las importaciones de petróleo ruso, lo que aumenta la perspectiva de una mayor inflación a corto plazo, al tiempo que amenaza el crecimiento económico y el gasto, e incluso modifica los patrones de contratación.
- El aumento de los costes energéticos también complica los esfuerzos de la Reserva Federal por frenar la inflación, que esta semana ha alcanzado un nuevo máximo de 40 años.
¿Y esto qué quiere decir? Los economistas afirman que la combinación de la subida de los precios y la intensificación de la crisis geopolítica podría frenar el rápido repunte de la economía.
- Goldman Sachs rebajó esta semana su previsión de crecimiento económico anual de Estados Unidos y citó “el aumento de los precios del petróleo”. Dijo que existe el riesgo de que el país entre en recesión el próximo año.
- Sin embargo la fortaleza subyacente del mercado laboral estadounidense, combinada con el ahorro adicional de los hogares y la menor dependencia del petróleo, podría ayudar a proteger al país de las turbulencias económicas.
Las cuentas que no son cuentos. El precio medio del galón de gasolina ha subido un 13% esta semana, según la AAA. Los precios generales de la gasolina han subido un 38% con respecto a hace un año, según las últimas cifras de inflación del Departamento de Trabajo.
- Cuando los precios de la gasolina suben, el gasto de los consumidores tiende a caer.
- Cada aumento del 10% en los precios de la gasolina y el petróleo significa que los consumidores tendrán que gastar $23 mil millones más al año para mantener los patrones de gasto anteriores, según los analistas de J.P. Morgan.
- Pero la pandemia también ha impulsado las cuentas bancarias de los estadounidenses, dejándoles $2,5 billones adicionales en ahorros para ayudar a amortiguar ese golpe.
¿Y ahora qué? Para las empresas que dependen en gran medida del combustible, las recientes subidas de precios se han convertido ya en un importante punto de fricción. Las aerolíneas, por ejemplo, suelen gastar alrededor de un tercio de sus gastos en gasolina, lo que significa que cualquier aumento de los precios tiene un impacto discernible.
- Por ello, algunas compañías internacionales añaden recargos por combustible a los precios de los billetes.
- Alaska Air Group recortó hasta un 5% de sus vuelos en la primera mitad del año como consecuencia del “fuerte aumento de los costes del combustible”, según declaró esta semana en un informe corporativo.
- Más allá de la subida de los precios de la gasolina, los picos en los costes de la energía podrían remodelar la combinación de ofertas de empleo en EEUU y exacerbar la escasez de mano de obra en ciertos sectores
- Sectores como el del ocio y la hostelería, que han contratado rápidamente a trabajadores en los últimos meses, podrían reducirse si los consumidores empiezan a cancelar sus planes de viaje debido a la subida de los precios.
- Por otro lado, las empresas energéticas y mineras -donde la contratación se ha estancado durante la pandemia- podrían ver un resurgimiento de la demanda.
Fuente principal de la noticia: The Washington Post