El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en una audiencia del Comité Judicial de la Cámara en abril | Foto: Archivo: Jabin Botsford/The Washington Post
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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) anunció la creación de Junta de Gobernanza de la Desinformación el 27 de abril y la especialista en la materia, Nina Jankowicz, encabezaría el organismo. Pero tan solo tres semanas después y tras las críticas, sobre todo de la derecha, es “pausada”, informó The Washington Post.

Dentro del DHS. El Post señala que han tenido semanas de idas y venidas. El lunes el DHS decidió cerrar la junta, según varias personas con conocimiento de la situación. Luego, el martes, Jankowicz había redactado una carta de renuncia en respuesta a la disolución de la junta.

  • Pero el mismo martes en la noche los planes volvieron a cambiar. Jankowicz recibió una llamada de funcionarios del DHS que le ofrecían quedarse, según personas con conocimiento de la llamada.
  • Los grupos de trabajo del DHS dedicados a información errónea y desinformación han sido suspendidos. La junta aún podría disolverse y está a la espera de una revisión del Consejo Asesor de Seguridad Nacional. Jankowicz, por su parte, evalúa su puesto dentro del Departamento.  

Hablemos de la Junta. La Junta de Gobernanza de la Desinformación tendría como objetivo coordinar la lucha contra la desinformación relacionada con la seguridad nacional. Aunque su lanzamiento, en términos comunicacionales, fue confuso.

  • El secretario Alejandro Mayorkas habló por primera vez sobre la Junta en múltiples audiencias del Congreso a finales de abril. Primero, la vinculó con los esfuerzos para combatir la información errónea que difunden los traficantes de personas. Luego, dijo que también se usaría para contrarrestar la desinformación rusa en línea y relacionada con el área electoral.
  • Pero su falta de detalle en los anuncios le jugó en contra. Una reacción violenta de la derecha controló la narrativa sobre cuál era el papel real de la Junta, vinculándola con el Ministerio de la Verdad orwelliano descrito dentro de la ficción 1984.
  • Para ellos no se trataba de hacer esfuerzos contra la desinformación, sino que era una iniciativa para controlar el discurso. También cuestionaron las calificaciones de la experta Nina Jankowicz para el cargo y se volvieron virales.

Envueltos justo en la desinformación. Un informe de Advance Democracy, una organización no partidista sin fines de lucro, muestra justamente como funcionó Twitter esos días.

  • El influencer de extrema derecha, Jack Posobiec, que cuenta con 1,7 millones de seguidores, hizo un tweet acusando a la administración Biden de crear un Ministerio de la Verdad. Al final del día, ya había al menos 53.235 publicaciones en la red social que hacían alusión al Ministerio de la Verdad.
  • Legisladores republicanos también usaron el término “Ministerio de la verdad” para criticar a la administración Biden y lo ampliaron a sus audiencias.
  • Fox News también fue parte de esto, cuando 70% de sus segmentos de una hora mencionaron a Jankowicz y la Junta, según Avance Democracy. Incluso portales web analizaron las publicaciones anteriores de Jankowicz y comenzaron a crear controversia.

Defender a la Junta. Mayorkas hizo rondas de entrevistas en televisión y se presentó ante Comités de la Cámara y el Senado para aclarar la misión de la Junta y el papel de Jankowicz. Pero una defensa sobre esto estuvo ausente en las redes sociales, donde justamente surgieron los ataques al organismo.

  • El 2 de mayo, DHS publicó una hoja informativa sobre los trabajos que realizan para contrarrestar la desinformación en la que reconoce que “ha habido confusión sobre el grupo de trabajo, su función y sus actividades”. Sobre todo, señala que la Junta no tendrá ninguna autoridad o capacidad operativa.
  • Varios investigadores de desinformación dijeron al Post que lo peor que puede hacer cualquier institución frente a ataques es quedarse callada.
  • “Nunca quieres quedarte en silencio, porque entonces las personas que difunden la desinformación son dueñas de la narrativa. Necesitas tener una contranarrativa fáctica e igualmente emocional. Una hoja informativa no es una narrativa”, dijo Mark Jacobson, decano adjunto de la Escuela Maxwell de Ciudadanía y Asuntos Públicos de la Universidad de Syracuse.
  • Un miembro de personal del Capitolio con conocimiento de la situación señaló al Post: “La ironía es que el papel de Nina era idear estrategias para que el departamento contrarrestara este tipo de campaña, y ahora ellos mismos acaban de sucumbir a ella. Ni siquiera pelearon, simplemente se dieron la vuelta”.

Con información de The Washington Post

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