Los persistentes problemas legales y financieros del coloso inmobiliario Evergrande provocan conmoción en los mercados respecto a China.
Lo que se puede denominar una crisis de deuda está teniendo tanto impacto, que puede decirse que es determinante en la recuperación económica de la potencia de asiática.
Estas últimas semanas, las dificultades financieras de Evergrande se han agravado aún más.
La influencia de esta empresa en la macroeconomía china, recuerda en alguna medida (y en un contexto distinto) lo sucedido con Lehman Brothers, cuya caída y declaratoria de bancarrota amplificó la crisis financiera de 2008 en EEUU.
La batalla de Evergrande por conseguir financiación, haciendo planes de reestructuración, sucede en medio de un severo escrutinio por parte de las autoridades. El Estado chino está influyendo de manera clara en la situación de la empresa.
Esto ha provocado una caída significativa de acciones inmobiliarias, descenso que se ha extendido por casi un año.
Evergrande y China esta semana ¿Qué pasó y por qué influye en los mercados?
Algunos de los intrincados juicios en los que está envuelta Evergrande terminaron esta semana la suspensión de la cotización de la empresa matriz y dos de sus principales filiales.
Esto sucede justo después de la revelación del apresamiento del multimillonario presidente Xu Jiayin, ahora bajo “vigilancia residencial” por parte de las autoridades chinas. Xu, en su día fue aclamado como el empresario más rico de China.
Desde una perspectiva macroeconómica, el sector inmobiliario contribuye en una cuarta parte al crecimiento económico de la segunda mayor economía del mundo.
Los problemas financieros, legales, políticos y sociales que enfrente la empresa han generado inquietud, todo apunta a que China quiere ejecutar una “demolición controlada” de su empresa más endeudada.
De acuerdo al Washington Post Janz Chiang, analista de Trivium China, observa que Evergrande parece haber perdido el favor de las autoridades, la empresa se tambalea al borde de la liquidación.
Además de Xu, otros directivos actuales y pasados de China Evergrande Group y sus filiales están siendo investigados por posibles infracciones normativas, la mayoría relacionadas con depósitos bancarios.
Esta investigación complica las perspectivas de un acuerdo de reestructuración, y algunos acreedores se plantean sumarse a una petición de liquidación si Evergrande no logra diseñar una nueva estrategia.
La volátil situación podría hacer flaquear la fe en la capacidad del Presidente Xi Jinping para conducir la economía a través de la recesión post-pandémica.
Los detractores vinculan el declive a la enérgica aplicación de reformas integrales por parte de Xi, cuyos objetivos son reprimir problemas de exceso en la construcción y endeudamiento de ese sector.
Un final caótico de la difícil situación de Evergrande podría echar por tierra la delicada esperanza de una reactivación del asediado negocio inmobiliario y desanimar a los promotores en apuros.
Country Garden, otra potencia inmobiliaria que se enfrenta a un posible impago, consiguió negociar un acuerdo con los acreedores para retrasar el pago de los préstamos nacionales.
Para combatir la recesión, varias ciudades chinas están intentando impulsar las ventas inmobiliarias simplificando los procesos de compra de viviendas para los no residentes, rebajando los requisitos para el pago inicial y mejorando los tipos hipotecarios.
En agosto se apreciaron indicios de una mayor reactivación económica, con un aumento de las ventas de bienes y exportaciones que se pueden calificar de “estables”. Sin embargo, el riesgo inminente de estallido de una burbuja inmobiliaria se mantiene como un factor clave.