La industria de la energía solar sufrió un eclipse este viernes tras una declaración de Solar Edge, el gigante energético de la energía renovable.
Todo gira en torno a la disminución notable en la demanda de energía solar en Europa. Esta información oscurece más un año ya de por sí difícil para el sector.
El ETF Invesco Solar (TAN) experimentó una importante caída del 26,7% el viernes, cerrando en unos decepcionantes 44,18 dólares. Esto representa su punto más bajo desde julio de 2020.
Reflejando esta trayectoria descendente, otros participantes en el sector de la energía solar también se enfrentaron a un descenso. Sunrun y Sunnova sufrieron pérdidas del 12,5% y el 14,3%, respectivamente, mientras que Enphase Energy experimentó un descenso de casi el 12%.


Imágenes oficial de adopciones empresariales en la web de SolarEdge.
Hoy resultó ser un día especialmente sombrío para Solar Edge, cuyas acciones se desplomaron un 30%.
La empresa admitió que sus ingresos, márgenes brutos y beneficios de explotación del tercer trimestre no cumplirían las expectativas de Wall Street. Para empeorar aún más las perspectivas, Solar Edge prevé unos ingresos “significativamente inferiores” en el cuarto trimestre.

El quid del problema, según Zvi Lando, CEO de la empresa, son las “sustanciales cancelaciones y abandonos inesperados” de los pedidos pendientes.
Los principales responsables son los distribuidores europeos, que deben hacer frente a un elevado nivel de existencias y a un lento ritmo de instalación.
Lando atribuye el problema al ritmo de instalación del tercer trimestre, que fue notablemente más lento hacia el final del verano y en septiembre, un periodo en el que normalmente se registra un incremente en el ritmo de esos aspectos logísticos.
Este cambio imprevisto en un periodo típicamente lucrativo ha contribuido innegablemente al tiempo tormentoso que se cierne sobre el sector de la energía solar.