Las llamativas terminales petrolíferas de Vesta en Tallin, Estonia, se erigen como poderosos símbolos de la monumental contribución de la industria petrolera y el gas a la crisis climática. Un informe reciente desvela los cambios urgentes y sustanciales para frenar el impacto de la industria en el calentamiento global y evitar la intensificación de los fenómenos climáticos extremos.
Publicado el jueves, el informe hace hincapié en la acuciante necesidad de reducir a la mitad la actual inversión anual de 800.000 millones de dólares en la industria del petróleo y el gas. Además, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero -una consecuencia de la quema de combustibles fósiles- en un 60% es crucial para dar a nuestro planeta una oportunidad de luchar por alcanzar sus objetivos climáticos, afirma la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Las conclusiones de la AIE salen a la luz justo cuando las Naciones Unidas se preparan para su convención sobre el clima, la COP28. El sector del petróleo y el gas, junto con otras entidades relacionadas con los combustibles fósiles, suelen engalanar estos foros, suscitando el debate entre los ecologistas y los expertos en clima. Sin embargo, algunos sostienen que la participación del sector es fundamental para los diálogos sobre la transición hacia alternativas energéticas más limpias.
Al comentar la próxima COP28 de Dubai, Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, afirmó: "La industria del petróleo y el gas se encuentra en una encrucijada. Los productores de petróleo y gas se enfrentan a decisiones cruciales sobre su futuro papel en el sector energético mundial."
La anterior cumbre sobre el clima celebrada en Egipto contó con la presencia de 400 personas vinculadas a las industrias de combustibles fósiles. La próxima reunión también ha suscitado críticas por asignar al jefe de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi la presidencia de la conferencia.
Según la AIE, el sector energético es responsable de más de dos tercios de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el hombre, y la industria del petróleo y el gas es responsable de cerca de la mitad. Además, las empresas de petróleo y gas son responsables de más del 60% de las emisiones de metano, un gas que atrapa aproximadamente 87 veces más calor que el dióxido de carbono durante dos décadas.
Inversiones de la industria petrolera
El informe propone que la industria petrolera y gasísticas podrían aprovechar fuentes de ingresos alternativas en la economía de la energía limpia, como el hidrógeno y los combustibles a base de hidrógeno y las tecnologías de captura de carbono. No obstante, tanto las tecnologías limpias de hidrógeno como las de captura de carbono aún no han sido sometidas a pruebas exhaustivas.
El informe también analizaba los compromisos climáticos asumidos por varias naciones y contemplaba un escenario en el que el mundo alcanzara las emisiones netas cero en 2050. Dedujo que si todos los países mantienen sus compromisos climáticos, la demanda de petróleo y gas será un 45% inferior a la actual en 2050. Si el mundo alcanza las emisiones netas cero para entonces, la demanda caería en picado un 75%.
A principios de este año, otro informe de la AIE preveía que la demanda mundial de petróleo, gas y carbón alcanzaría probablemente su punto máximo a finales de esta década. Haciéndose eco de esta predicción, Vibhuti Garg, analista energético del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero con sede en Nueva Delhi, declaró: "La demanda de petróleo y gas está abocada al declive. A medida que surjan alternativas más limpias y baratas, las naciones empezarán a apoyarse más en estas opciones y a disminuir su dependencia de estos costosos combustibles.
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