En Washington DC, una nueva enmienda propuesta se centra en la recogida de ADN de personas acusadas de delitos violentos y agresiones sexuales, con el objetivo de mejorar la seguridad de la ciudad, reseña WJLA.
A pesar de formar parte del plan integral de Secure D., con más de 100 medidas, ha suscitado un diálogo sobre las libertades civiles, en particular por parte de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de DC
Melissa Wasser, asesora política de la ACLU de DC, comparte sus preocupaciones sobre cómo se aplicará esta enmienda. "El verdadero reto consiste en ejecutar esta enmienda sin comprometer los derechos individuales", explica. La enmienda, presentada por la concejal Brooke Pinto, pretende lograr un cuidadoso equilibrio entre la mejora de la seguridad y la protección de las libertades civiles.
Enfrentada inicialmente a la oposición, la enmienda incluye ahora una disposición que permite la recogida de ADN sólo después de que un juez confirme la causa probable. Este compromiso, sin embargo, no alivia totalmente las preocupaciones de Wasser. Ella aboga por dar prioridad a los derechos civiles, sugiriendo que la recogida de ADN después de los cargos podría vulnerar las libertades personales.
Brooke Pinto se mantiene firme, creyendo que la enmienda es crucial para la justicia, especialmente en los casos de agresión sexual en los que el ADN desempeña un papel fundamental. "Es vital para las supervivientes de la violencia doméstica y la violación", subraya Pinto, señalando el potencial de la enmienda para resolver y prevenir delitos.
Una característica clave de la enmienda es la eliminación automática de los perfiles de ADN si se retiran los cargos, se absuelve o se indulta, con el objetivo de abordar las preocupaciones sobre la violación de derechos. Sin embargo, Wasser se mantiene vigilante. "Debemos supervisar su aplicación para asegurarnos de que no vulnera las libertades civiles", señala.