El Senado de Maryland aprueba un presupuesto de 63.000 millones de dólares para el próximo año fiscal, que incluye educación, iniciativas climáticas y estrategias de ingresos, reseñó WTOP.
La decisión que se llevará a la Cámara de Maryland, donde se someterá a rigurosos debates, se centra en la dirección financiera de Maryland, las políticas educativas transformadoras y las agresivas estrategias contra el cambio climático.
El presupuesto del gobernador Moore evita introducir nuevos impuestos al tiempo que satisface las necesidades del estado. En ella, la mayoría demócrata busca aumentar los ingresos del Estado para colmar futuras lagunas presupuestarias, apoyar plenamente la revisión de la educación K-12 y poner en marcha audaces iniciativas contra el cambio climático.
Sin embargo, la resistencia del Senado a grandes subidas de impuestos en esta sesión introduce una dinámica en la conversación, sobre todo porque el gobernador Moore insiste en unos criterios estrictos para considerar cualquier subida de impuestos.
A pesar de ser 1.000 millones de dólares más magro que su predecesor debido a la reducción de las ayudas federales tras la pandemia, el presupuesto mantiene una fuerte reserva para retos imprevistos. En particular, el Senado ha aprobado el uso del fondo de reserva para hacer frente a un error de cálculo de Medicaid de 236 millones de dólares y a un déficit de ingresos de 255 millones, garantizando así el apoyo continuado a los servicios esenciales.
El Senado apoya los 90 millones de dólares del gobernador Moore para iniciativas ecológicas y financia íntegramente la ambiciosa reforma educativa K-12 del estado.
Las propuestas incluyen recaudar fondos para el sistema de traumatología médica del estado mediante recargos en las tasas de matriculación de vehículos y contemplar nuevos impuestos sobre las armas de fuego, la munición y las matriculaciones de vehículos eléctricos. Estas estrategias pretenden generar ingresos de forma creativa sin afectar directamente a los contribuyentes.
A medida que la Cámara de Maryland asume el control del recorrido legislativo del presupuesto, se acerca la fecha límite de la sesión de 90 días. Ambas cámaras se enfrentan al reto de conciliar sus diferencias para garantizar la estabilidad fiscal de Maryland y alcanzar los objetivos políticos.