La alcaldesa Muriel Bowser presentó recientemente la Ley UPLIFT, una nueva legislación que se centra en la tendencia del absentismo, ya que los informes de la Oficina del Superintendente Estatal de Educación indican que más de un tercio de los estudiantes de DC faltan a clase, reseñó NBC Washington.
La Ley UPLIFT esboza una serie de estrategias para contrarrestar este patrón. Una característica de la legislación es el requisito de una reunión familiar obligatoria con el Departamento de Servicios de Rehabilitación Juvenil si un niño comete un delito violento. Además, el Departamento de Servicios Humanos ofrecerá un mayor apoyo a las familias de los alumnos que faltan con frecuencia a la escuela.
El teniente de alcalde de Educación, Paul Kihn, subrayó que la iniciativa hace hincapié en la implicación de la familia para ayudar a los alumnos a comprender la importancia crítica de la asistencia regular a la escuela.
Montez Hardy, alumna de último curso del instituto Ballou, aporta su visión personal de los peligros a los que a menudo se enfrentan los estudiantes de DC en su camino de ida y vuelta a la escuela. "Todo el mundo sabe que DC es peligroso a veces", comentó Hardy.
Un aspecto de la legislación de Bowser es la previsión de un traslado temporal a una escuela alternativa para los alumnos de sexto a duodécimo curso que se vean implicados en "incidentes graves". Esta medida pretende garantizar que su educación prosiga sin interrupciones, manteniendo al mismo tiempo un entorno escolar seguro.
Además, la ley propone criterios más estrictos para que los jóvenes acusados de delitos violentos puedan optar a los servicios de remisión. La teniente de alcalde de Seguridad Pública y Justicia, Lindsey Appiah, abogó por un enfoque equilibrado, favoreciendo la desviación cuando proceda, pero reconociendo también la necesidad de responder al aumento de los delitos juveniles graves.
En lugar de imponer sanciones legales a los padres, la iniciativa se centra en reforzar la responsabilidad de los padres mediante intervenciones de apoyo. "Se trata de ayudar a los jóvenes y de mantener segura nuestra ciudad", explicó Appiah, posicionando el proyecto de ley como una solución proactiva en lugar de una acción punitiva.
Datos recientes de la policía de DC subrayan la urgencia del problema, con 150 menores acusados de robo de coche a mano armada y 189 de agresión sólo en 2023. La trágica muerte a golpes de Reggie Brown, de 64 años, a manos de tres chicas jóvenes, subraya aún más la extrema necesidad de esta intervención legislativa.
