La mañana del miércoles 24 de abril, las calles de Londres se sorprendieron cuándo cinco caballos de la Household Cavalry se soltaron, galopando salvajemente por la ciudad.
Este imprevisto incidente, ocurrido durante la hora punta de la mañana, interrumpió el tráfico y también captó la atención de la ciudad.
El origen del caos se atribuyó a ruidos de obras cercanas que sobresaltaron a los caballos. Los oficiales del ejército informaron de que la repentina perturbación hizo que los caballos se desbocaran, arrojando a cuatro jinetes en el proceso.
Los asustados animales cargaron a través de varios kilómetros de calles londinenses, pasando por lugares emblemáticos y creando un espectáculo que combinaba el asombro con el desorden.
Caballos de Londres galopan por las calles golpeando vehículos y miembros del ejército
Durante su recorrido, los caballos chocaron con varios vehículos, entre ellos un taxi negro tradicional de Londres y un autobús turístico de dos pisos, que sufrieron daños importantes.
El impacto del acontecimiento fue más allá de las perturbaciones del tráfico; también causó heridas tanto al personal de la caballería como a los caballos. Un portavoz del ejército declaró: "Varios miembros de la caballería y los caballos sufrieron heridas y en estos momentos están recibiendo atención médica".
Al difundirse la noticia, el suceso se convirtió rápidamente en un tema viral en las redes sociales, donde los londinenses compartieron vídeos e imágenes de los caballos sin jinete
Los caballos se hicieron viral en redes sociales
La inusual visión de caballos ensillados y sin domar corriendo por una de las ciudades más famosas del mundo provocó una mezcla de humor y preocupación en la red. El hashtag #Apocalypse fue brevemente tendencia en la plataforma de medios sociales X, mostrando la reacción británica por excelencia de mezclar el sarcasmo con la resistencia ante retos inesperados.
El incidente provocó una reevaluación de las estrategias de gestión de los animales urbanos, en particular en lo que respecta al manejo de animales militares en zonas pobladas.
Aunque la ciudad volvió desde entonces a su ritmo habitual, las impactantes imágenes del alboroto urbano de los caballos de caballería perduran en la memoria pública, sirviendo como recordatorio del día en que Londres se quedó inmóvil, cautivada por un giro inesperado de los acontecimientos.
