En Arlington, Virginia, fueron implantados nuevos límites de velocidad en tramos clave de cinco carreteras principales, reseña WTOP.
Esta iniciativa busca reducir los accidentes de tráfico y las víctimas mortales, inspirado en la estrategia Visión Cero que aspira a cero muertes relacionadas con el tráfico.
El límite de velocidad en tramos de Military Road, North Carlin Springs Road, North George Mason Drive, Fairfax Drive y 10th Street North se reducirá de 30 mph a 25 mph.
Los datos del Informe Anual Visión Cero 2023 revelaron que el exceso de velocidad y la conducción bajo los efectos del alcohol son los principales factores que contribuyen a los accidentes mortales en la zona. En respuesta, los funcionarios de la ciudad llevaron a cabo una revisión exhaustiva de doce carreteras, anteriormente zonificadas a 30 mph, para identificar las soluciones óptimas para mejorar la seguridad vial.
Bajo el liderazgo de la presidenta Libby Garvey, la Junta del Condado de Arlington está explorando diversas estrategias de seguridad vial. Entre ellas se incluye la modificación del diseño de las carreteras, como el estrechamiento de los carriles y el ajuste de las curvas, para reducir de forma natural la velocidad de los vehículos. "Nuestro equipo se dedica a evaluar continuamente nuestras carreteras para determinar los límites de velocidad adecuados y encontrar medidas adicionales para mejorar la seguridad", comentó Garvey.
Garvey explicó además que el nuevo límite de velocidad de 25 mph se ajusta mejor a las condiciones existentes de las carreteras, que están diseñadas para ralentizar el tráfico. Estas condiciones incluyen configuraciones de un solo carril, aparcamiento en la calle y carriles bici. Pronto se actualizarán las señales que indican los nuevos límites de velocidad en las carreteras afectadas, con planes para una rápida aplicación.
Sin embargo, la propuesta de reducción de velocidad no alcanzó un acuerdo unánime para todos los sectores. Por ejemplo, un segmento de South Carlin Springs Road, cerca de varias escuelas, mantiene su límite de velocidad más alto debido a su diseño de carretera abierta y amplia que no impone visualmente velocidades bajas. Para contrarrestar el posible exceso de velocidad en esta zona, el condado está considerando la introducción de radares de velocidad, una medida respaldada por estudios nacionales como eficaz para reducir la velocidad y aumentar la seguridad.
