Durante décadas, los alumnos de Mount Vernon Square, en el condado de Fairfax, Virginia, se enfrentaron a un peligroso trayecto hasta la escuela primaria Hollin Meadows. Su ruta implicaba múltiples calles residenciales sin guardias de cruce y un camino sin pavimentar y arbolado. La preocupación de los padres por la seguridad fue en aumento, lo que dio lugar a cambios significativos, reseña WTOP.
Recientemente, las Escuelas Públicas del Condado de Fairfax (FCPS) comenzaron a ofrecer servicio de autobús para estos alumnos. Este desarrollo se produce tras una intensa defensa por parte de los padres, incluida Donya Wright. Como madre y dirigente de la Asociación de Padres y Maestros (PTA), ella experimentó estos retos de primera mano con su hijo. Wright se preguntaba por qué la comunidad más numerosa de la escuela, que representa más de la mitad de la población estudiantil, carecía de servicio de autobús.
Las respuestas estándar citaban la proximidad de la comunidad a la escuela y la escasez de conductores de autobús. Sin embargo, la urgencia persistía. La persistencia de Wright, de la que se hicieron eco los líderes escolares, impulsó la acción del distrito. La división escolar del condado de Fairfax revisó el peligroso camino y llegó a la conclusión de que era necesario un servicio de autobús.
A partir del 28 de mayo, cuatro autobuses empezaron a transportar a los alumnos, según anunció la superintendente Michelle Reid en su memorándum a las familias. Este servicio continuará durante el próximo curso académico. Wright expresó su alivio, diciendo: "Es un comienzo, autobuses. Tenemos que llegar al límite".
Históricamente, la petición de autobuses por parte de la comunidad no es nueva. Dan Storck, antiguo miembro del consejo escolar y actual supervisor del distrito de Mount Vernon, escuchó estas peticiones hace años. La proximidad a la escuela, a menos de una milla, significaba que no había servicio de autobús según las políticas vigentes.
La logística y la financiación complicaban aún más las cosas. Storck admitió que el distrito carecía del software cartográfico necesario para una planificación óptima de las rutas de autobús. Los líderes del condado también destacaron los beneficios para la salud de ir andando a la escuela. A pesar de estos factores, Storck reconoció los peligros únicos, calificando la ruta de atípica para el paso de estudiantes.
Padres como Wright subrayaron la peligrosidad del camino. Erin Anderson, miembro de la APA de Hollin Meadows, señaló que la ruta pasó de ser un simple sendero a una pista de grava. Los niños pequeños y las madres con cochecitos transitaban a menudo por esta ruta insegura. "No es la ruta más segura para los niños de primaria", declaró Anderson.
Para agravar los problemas, Anderson destacó el aumento de la violencia en el barrio, marcada por delitos con armas de fuego y cuchillos. Estas realidades afectan gravemente a la comunidad y a sus niños.
Los impactos positivos ya son visibles. Anderson ha notado una disminución de la congestión de tráfico en la línea Kiss and Ride de la escuela. Antes, un mar de estudiantes que volvían a casa caminando obstruía el tráfico del barrio.