El Concejo del Distrito de Columbia aprobó por unanimidad el martes un proyecto de ley de emergencia destinado a facilitar a los propietarios el desalojo de los inquilinos que no paguen, declinando algunas protecciones que existen desde la pandemia del COVID-19.
La legislación aborda la creciente crisis de impagos de alquiler en la capital del país, una situación que la alcaldesa Muriel Bowser vincula a riesgos significativos para la vivienda asequible.
Durante la pandemia, el DC puso en marcha protecciones que permitían a los inquilinos evitar el desahucio amparándose bajo el Programa de Ayuda de Emergencia al Alquiler (ERAP), aunque sus solicitudes aún no hubieran sido aprobadas.
Si bien el consejo al principio de la pandemia intentó facilitar que las personas accedieran a esos fondos y evitaran el desalojo, el presidente del concejo Phil Mendelson reconoció que esos cambios tuvieron consecuencias no deseadas para los proveedores de viviendas asequibles y requieren una corrección urgente.
Los informes indican que casi el 20% de los inquilinos del distrito no pagan el alquiler mensualmente, lo que llevó a examinar con lupa estas medidas. Bowser destacó la pesada carga financiera que soportan los propietarios, estimando en más de 100 millones de dólares los alquileres impagados para 2024.
Alquileres en DC
Durante la última década, DC ha invertido mucho en viviendas asequibles para los residentes con bajos ingresos. Bowser expresó su preocupación por que el problema de los alquileres impagados ponga en peligro estos esfuerzos.
"Tenemos alrededor de cien millones de dólares, como muestra esta diapositiva, en alquileres impagos a proveedores de viviendas asequibles. Y si las cosas no cambian, esa cifra se disparará a ciento cincuenta millones de dólares el año que viene", señaló la alcaldesa en una reunión con los líderes de DC el lunes.
El presidente del Consejo de DC, Phil Mendelson, defiende la legislación propuesta, que pretende eliminar las protecciones de la época de la pandemia que protegían a los solicitantes del ERAP del desahucio.
En entrevista con NBC Washington, Mendelson hizo hincapié en la presión a la que se ven sometidos los proveedores de viviendas asequibles, que afecta tanto a los proyectos de viviendas asequibles actuales como a los futuros. "La crisis está perjudicando especialmente a los proveedores de viviendas asequibles", declaró.
La alcaldesa Bowser aclaró la postura de la ciudad durante la reunión del lunes, afirmando: "No quiero que nadie salga de esta sala pensando que estamos hablando de que queremos más desalojos, porque eso es lo último que nadie quiere. Lo que queremos es que la gente pague su alquiler".
¿Qué pasará con el programa ERAP?
Dean Hunter, de la Asociación de Pequeños Propietarios de Viviendas Multifamiliares, declaró al medio que apoya la legislación, subrayando su importancia para los propietarios, en particular para los pequeños e individuales.
"Esto ha tenido un impacto devastador en la visión de la vivienda asequible en el Distrito de Columbia, y si no nos adelantamos a ello, nos enfrentaremos a un verdadero desastre", comentó Hunter.
El número de solicitudes del ERAP aumentó drásticamente en el último año, lo que expone las continuas dificultades financieras y la urgente necesidad de ayuda para el alquiler.
Aunque ahora la financiación del ERAP continuará, los inquilinos tendrán que aportar pruebas de sus dificultades financieras. Además, el programa sólo ofrecerá protección contra desalojos de corto plazo en adelante.
A pesar de estas medidas propuestas, los defensores de los inquilinos y de las familias con bajos ingresos han expresado su preocupación por los posibles desalojos. Argumentan que la eliminación de las protecciones de la era COVID puede desencadenar desalojos generalizados y destacan que la obtención de la ayuda del ERAP es un proceso largo y engorroso.