Bao Li y Qing Bao ya están en Washington DC. Después de un viaje de 8.000 millas desde China, los dos nuevos pandas gigantes llegaron al Zoológico Nacional Smithsonian el martes 15 de octubre.

Casi un año después de que los últimos pandas gigantes de DC partieran hacia China, Qing Bao, una hembra de 3 años, y Bao Li, un macho de 3 años, llegaron al zoológico en Connecticut Avenue con una escolta policial alrededor de las 11:30 am.
Su viaje no fue sencillo, volaron durante 19 horas desde Chengdu, China, con una escala en Anchorage, y aterrizaron en el Aeropuerto Internacional Washington Dulles.
El zoológico, que se mantuvo cerrado este martes, informó que los pandas harán su debut al público el 24 de enero, ya que necesitan adaptarse a su nuevo hogar y pasar por un periodo de cuarentena.
El hábitat de los dos nuevos pandas gigantes ya cuenta con césped nuevo, una hamaca con tiras de manguera contra incendios y 40 cámaras nuevas en el sistema Pandacam.
Lo que se sabe de los pandas de DC
Bao Li y Qing Bao permanecerán en cuarentena durante un mínimo de 30 días para reducir el riesgo de introducir parásitos o enfermedades a otros animales. Luego tendrán más tiempo de tranquilidad para acostumbrarse a su nuevo hábitat.
“Durante la cuarentena, conocerán a sus cuidadores y se adaptarán a su rutina”, declaró a The Washington Post la portavoz del zoológico, Jennifer Zoon, en una reciente entrevista.

“Gran parte del trabajo que nuestro equipo de pandas gigantes realiza con ellos es entrenarlos, enseñarles diferentes comportamientos para el cuidado diario y el entrenamiento médico. Todo eso va a ser parte del proceso de aclimatación y de construir esa relación con sus cuidadores”, agregó.
Por acuerdo previo, los pandas gigantes más recientes residentes del zoológico —Mei Xiang, una hembra de 26 años; Tian Tian, un macho de 27 años; y su cría, Xiao Qi Ji, un macho de 4 años— partieron hacia China el pasado 8 de noviembre.
“Ha sido un año largo sin pandas. Estamos listos para conocerlos y ver cómo son, en comparación con nuestros últimos muchachos. Fue triste verlos partir, y no es lo mismo sin ellos. Pero estaremos emocionados de ver a los nuevos muchachos, y nos enamoraremos de ellos”, dijo recientemente a The Post Laurie Thompson, veterana cuidadora de pandas gigantes, quien viajó a China para ayudar con la entrega de los nuevos osos.