El Senado de EE.UU. avanza hacia la posible aprobación de la Ley de Equidad de la Seguridad Social antes de que el Congreso levante la sesión. Esta legislación pretende restablecer plenamente las prestaciones de la Seguridad Social para unos 2,8 millones de estadounidenses.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, anunció planes para iniciar el proceso de votación final del proyecto de ley esta semana.
La ley pretende eliminar la Disposición de Eliminación de Ganancias Extraordinarias (Windfall Elimination Provision) y la Compensación de Pensiones del Gobierno (Government Pension Offset). Estas políticas reducen actualmente las prestaciones de las personas con pensiones procedentes de empleos no cubiertos por la Seguridad Social y de los cónyuges supervivientes con pensiones públicas propias.
Estas disposiciones han alimentado el debate durante mucho tiempo, afectando especialmente a los empleados de los servicios públicos, como los profesores y los bomberos.
Aunque la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley con apoyo bipartidista, la aprobación en el Senado requiere conseguir 60 votos. Aunque la propuesta ha gozado anteriormente de un amplio respaldo bipartidista, su futuro es ahora incierto debido al escrutinio financiero. Si el Senado la aprueba, la ley pasará al presidente Biden para que la firme.
Ley de Equidad de la Seguridad Social
El senador Mike Braun, de Indiana, partidario republicano de una legislación similar el año pasado, expresó sus dudas debido a preocupaciones sobre la responsabilidad fiscal. Braun destacó la creciente deuda nacional y cuestionó la viabilidad financiera de la propuesta.
La Oficina Presupuestaria del Congreso estimó que la Ley de Equidad de la Seguridad Social añadiría 195.000 millones de dólares a los déficits federales durante la próxima década. Además, el Comité para un Presupuesto Federal Responsable advirtió que podría acelerar el agotamiento de los fondos fiduciarios de la Seguridad Social, lo que afectaría a los plazos previstos para la insolvencia.
Los republicanos del Senado siguen divididos. El senador John Thune reconoció el atractivo bipartidista de la política, pero sugirió reformas más amplias para abordar los retos fiscales. Por el contrario, el senador Rand Paul se opuso firmemente a la iniciativa, argumentando que no tiene en cuenta el futuro financiero de Estados Unidos.
Por otro lado, algunos partidarios republicanos como el senador Bill Cassidy creen que las políticas actuales perjudican injustamente a los funcionarios dedicados a carreras de servicio público. Predijo el éxito del proyecto de ley como una corrección de las políticas injustas que penalizan a algunos jubilados.
