En 2024, el mercado inmobiliario del Distrito de Columbia experimentó un notable incremento en las compras en efectivo, alcanzando un récord que generó inquietudes entre los compradores, especialmente aquellos que buscan adquirir su primera vivienda.
Según datos de Bright MLS, más del 25% de las transacciones inmobiliarias en DC hasta noviembre se realizaron en efectivo, lo que representa un aumento significativo comparado con el 23,3% del año anterior.
Las altas tasas de interés, que afectan el financiamiento de muchas compras, dejaron a los compradores que dependen de hipotecas en una desventaja considerable. Este entorno ha sido descrito por la agente inmobiliaria Dana Rice como “una pelea a puñetazos”, destacando la feroz competencia que enfrentan quienes intentan ingresar al mercado.
En comparación, el porcentaje de compras en efectivo en toda la región de Washington se sitúa en un 18,9%, ligeramente superior al 18,7% del año pasado.
La experiencia de Fran Djoukeng, una joven de 32 años entrevistada por The Washington Post, ilustra los desafíos que enfrentan los nuevos compradores. Djoukeng intentaba comprar su primera casa en Tenleytown cuando una oferta en efectivo superó rápidamente su oferta competitiva.
“Si tienes 330 en efectivo, claramente vas a tener 360 en efectivo”, indicó a TWP, señalando la brecha cada vez más difícil de superar entre los compradores convencionales y aquellos con poder adquisitivo superior.
Mercado inmobiliario de DC 2024
La situación se ve agravada por una combinación de factores, incluyendo la mayor transferencia generacional de riqueza y el aumento en los valores de viviendas que beneficia a los vendedores.
De acuerdo con The Washington Post, Lisa Sturtevant, economista jefe de Bright MLS, cree que este incremento en el valor de la vivienda también ha permitido a muchos propietarios realizar compras en efectivo al vender sus casas.
Con un inventario de viviendas disponible en niveles críticamente bajos y proyecciones que indican que el número total de ventas en la región estará por debajo de los totales de años anteriores, las perspectivas para los compradores de vivienda media siguen siendo desalentadoras.
Las preferencias de los vendedores por ofertas en efectivo, conocidas por ser más rápidas y confiables, continúan dificultando el acceso a la vivienda para quienes no poseen este tipo de capital.
En este contexto, muchos aspirantes a propietarios sienten que el campo de juego no está nivelado, lo que lleva a una creciente frustración por parte de quienes buscan establecerse en la capital de la nación. Djoukeng capta la esencia de este dilema, expresando al medio que “comprar una pequeña porción de la capital de la nación” se ha convertido en una tarea monumental.
