Del 16 al 18 de septiembre de 2025, el Ronald Reagan Building & International Trade Center (RRB/ITC) fue el escenario de la Conferencia de Liderazgo del Congressional Hispanic Caucus Institute (CHCI), un espacio de diálogo, formación y colaboración a lo largo del Mes de la Herencia Hispana.
Durante estas jornadas, el lema “Developing the leaders we need for a better future” marcó el tono de cada panel, taller y conversación.
Con más de 1,200 asistentes confirmados, la Conferencia reunió a jóvenes profesionales, ejecutivos, académicos, organizaciones comunitarias, legisladores y expertos de múltiples sectores, todos con la mirada puesta en fortalecer la comunidad latina en EE. UU. mediante liderazgo estratégico e innovación.

Día 1: Inspiración, conexiones y cultura
La apertura de la conferencia fue vigorosa: líderes compartieron una reflexión sobre el compromiso colectivo de “llenar la taza” de las nuevas generaciones de latinos, empoderándolos para asumir roles de liderazgo en educación, política, emprendimiento y servicio público. Se enfatizó que el legado latino ha sido construido sobre los cimientos del sacrificio, la esperanza y el trabajo constante, y que en el contexto actual se requiere creatividad, visión y unidad.
Durante la mañana y la tarde, sesiones simultáneas (“breakouts”) permitieron que los asistentes eligieran entre múltiples opciones de aprendizaje: políticas públicas, desarrollo profesional, estrategias de impacto comunitario, innovación social y más. Las voces convocadas vinieron del gobierno, del sector privado y del tercer sector —personas que no solo lideran hoy, sino que están invirtiendo en el talento del mañana.
Un punto destacado del día fue el headshot booth, donde maquillistas y fotógrafos profesionales ayudaron a muchos asistentes a actualizar sus fotos de perfil, especialmente en LinkedIn. Fue un momento lúdico, pero cargado de propósito: la imagen profesional importa tanto como la sustancia del mensaje.
La jornada cerró con la recepción de Arte y Cultura, un espacio dedicado al encuentro informal, al disfrute artístico y a conectar con la dimensión cultural latina. La chef Pati Jinich ofreció una intervención que fusionó gastronomía y memoria cultural, mientras Elena La Fulana elevó el ambiente con una presentación musical.

Día 2: Tecnología, finanzas e imperativo migratorio
La segunda jornada arrancó con sesiones centradas en la intersección entre tecnología financiera y el crecimiento del empresariado latino. Se destacó que los latinos son grandes adoptantes de herramientas digitales —con una tasa de uso alrededor del 92 % en productos fintech—, y los paneles exploraron cómo innovaciones como stablecoins (por ejemplo, USDC) podrían acelerar pagos, reducir costos operativos y abrir nuevas rutas para competir a nivel global.
Miembros del Congreso, así como expertos del sector financiero y tecnológico, participaron en debates sobre inclusión financiera, acceso al capital y los desafíos regulatorios de las nuevas herramientas digitales. Se enfatizó que para muchos emprendedores latinos de primera generación, la tecnología puede convertirse en palanca de crecimiento si logra sortear barreras estructurales.
El cierre del evento correspondió a una sesión de alto voltaje: tres figuras reconocidas de la comunidad lideraron un diálogo enfocado en política migratoria y su impacto en la fuerza laboral, la integración social y la participación democrática. Se discutieron temas como protecciones para DREAMers y titulares de TPS, la modernización del sistema de visas, y la necesidad de caminos inclusivos hacia la ciudadanía. La conversación dejó claro que los retos siguen siendo muchos, pero que la voz latina debe seguir siendo central en el debate nacional.

Reflexiones finales: Semillas de liderazgo y acción
La Conferencia de Liderazgo 2025 reafirmó el papel de CHCI como plataforma pujante para el desarrollo de líderes latinos en todas las esferas. Más allá de discursos, el evento sembró conexiones, ideas y alianzas que pueden germinar en proyectos concretos.
Para muchos asistentes, estos dos días fueron más que conferencias: fueron espacio de reconocimiento, inspiración mutua y desafío colectivo. Mientras la Gala del 18 de septiembre cerró con broche de oro esta semana de celebración, la tarea queda en lo que vendrá: traducir las conversaciones, los compromisos y las ideas en acciones tangibles que impulsen la transformación de nuestras comunidades latinas en EE. UU.