Novavax, compañía biotecnológica con sede en Maryland, puso a prueba una tentativa vacuna contra el coronavirus en Australia, con la misión de que el mundo cuente a final de año con el fármaco que frene el brote.
De acuerdo con el Baltimore Sun, la empresa se encargará de inyectar el medicamento a un total de 131 voluntarios durante la fase uno del estudio. Esta etapa ayudará a evaluar la seguridad de la vacuna, además de su efectividad.
Con el norte de encontrar de la forma más rápida posible el fármaco que ayude a acabar con los casos relacionados a la pandemia, al menos una docena de estudios con vacunas se mantienen en su primera fase de desarrollo.
Estados Unidos, China y Europa son los que encabezan los estudios.
Gregory Glenn, jefe de investigación de Novavax, aseguró al Baltimore Sun que la empresa trabaja en distintos frentes para dar con la vacuna.
“Estamos en paralelo haciendo dosis, haciendo la vacuna en anticipación de que podremos demostrar que está funcionando y poder comenzar a implementarla para fines de este año”, señaló el médico a la fuente.
Previamente se llevaron a cabo pruebas en animales, las cuales resultaron efectivas en bajas dosis.
En caso de trascender, Novavax sería capaz de fabricar para este año un máximo de 100 millones de dosis y 1.500 millones para el próximo año.
Mientras expertos trabajan en el tema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre el impacto del coronavirus a mediano y largo plazo.
“El nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, puede convertirse en un virus endémico y por tanto, no irse nunca”, señaló Mike Ryan, director de Emergencias Sanitarias de la OMS.
De acuerdo con el especialista, el coronavirus puede quedarse, como tantos otros virus, como el del sarampión o el VIH.
“Puede convertirse en otro virus endémico en nuestras comunidades y estos virus pueden no irse nunca”, declaró Ryan en una rueda de prensa virtual.