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Ex presidente guatemalteco se declara inocente

NUEVA YORK — El ex presidente guatemalteco Alfonso Portillo compareció el martes 28 de mayo en una corte federal de Manhattan y se declaró inocente del cargo de lavado de dinero del que lo acusa la justicia de Estados Unidos.

Los abogados del ex gobernante anunciaron que están preparando la presentación de una propuesta para que pueda salir en libertad bajo fianza. Según dijeron, ésta podría estar lista en las dos próximas semanas.

Paralelamente a la propuesta de fianza, el juez Robert P. Patterson estableció el 28 de junio como fecha para que la acusación presente las pruebas del caso. La defensa de Portillo tendrá entonces dos meses pare presentar mociones.

Por otro lado, el abogado que intentó impedir la extradición de Portillo a Estados Unidos, Glenn MacTaggart, calificó de “ilegal” la extradición y se mostró esperanzado en que el ex mandatario consiga la libertad bajo fianza debido, dijo, a su delicado estado de salud.

Por su parte, Preet Bharara, fiscal de la corte federal del distrito sur de Nueva York donde se lleva el caso, expresó en un comunicado: “Tras tres años luchando para no ser extraditado, Alfonso Portillo finalmente llegó a los Estados Unidos para que responda a las acusaciones de la malversación de millones de dólares que iban a beneficiar el pueblo de Guatemala y que fueron lavados en bancos de Estados Unidos”.

Según documentación sobre la acusación facilitada por el gobierno de Estados Unidos, durante su mandato presidencial (2000-2004) Portillo “malversó decenas de millones de dólares de fondos públicos, una porción significativa de los cuales se lavaron en cuentas bancarias de Estados Unidos y Europa”.

Uno de los ejemplos que pone la acusación es el de 1,5 millón de dólares procedentes del gobierno de Taiwán para la compra de libros para niños guatemaltecos y que, en el año 2000, fueron retirados por Portillo de una cuenta de Nueva York creada con el propósito de financiar un programa para la compra de estos libros.

Según la acusación, Portillo depositó el dinero en una cuenta en Miami y un millón de dólares del total fue desviado a través de varias transacciones y transferencias a cuentas en París, Francia, que estaban bajo el nombre de su ex mujer y de su hija.

El dinero depositado en estas cuentas también fue lavado en cuentas en Suiza y Luxemburgo, apunta la acusación.

Portillo, de 61 años, está recluido en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, ubicado a una cuadra de los tribunales donde se hizo la audiencia, en el Bajo Manhattan.

El ex mandatario, que fue extraditado el viernes a Estados Unidos desde Guatemala, compareció en los tribunales visiblemente delgado y vistiendo traje oscuro y corbata granate.

Portillo está acusado de conspirar para lavar 70 millones de dólares pertenecientes al Estado a través de cuentas bancarias estadounidenses y de la malversación de 1,5 millón de dólares donados por el gobierno de Taiwán para comprar libros para niños guatemaltecos.

La pena máxima que afronta es de 20 años de prisión junto con una multa.

Portillo, que se sirvió de la traducción simultánea de inglés a español para poder seguir la audiencia, respondió escuetamente y con voz poco enérgica las preguntas del juez Patterson, quien le leyó los derechos y le preguntó si había podido ver una copia de la acusación, a lo que ex gobernante guatemalteco respondió con un breve “Sí, así es”.

David M. Rosenfield, uno de los abogados que representa a Portillo en este caso, fue quien dijo al juez que su defendido se declaraba no culpable de los cargos.

Por otro lado, Rosenfield pidió al juez, tras decirle que Portillo sufre problemas de corazón y tiene líquido en los pulmones, si podía pedir que se baje el aire acondicionado de la habitación del centro correccional donde se hospeda el ex mandatario porque le estaba afectando la salud.

“Esta semana va a estar caliente”, contestó bromeando Patterson.

En el momento de la extradición Portillo convalecía en un hospital militar tras haberse sometido a una operación en el hígado y sufrir una enfermedad cardíaca. Fue trasladado a Estados Unidos en un avión ambulancia desde ciudad de Guatemala.

Tras la breve audiencia, Portillo salió de la sala saludando y sonriendo de manera calmada hacia conocidos suyos que asistieron a la comparecencia, entre los que estaba su abogado en Guatemala, Mauricio Berreondo. También asistió el cónsul de Guatemala, Oscar Padilla.

A la salida de los tribunales Rosenfield leyó un comunicado en el que manifestó la inocencia de su cliente y acusó al Departamento de Justicia y el gobierno de Estados Unidos de haberse “extralimitado”.

Sostuvo que los cargos de los que se acusa a Portillo “involucran transacciones que ocurrieron hace doce años y apenas tienen o no tienen vínculo alguno con Estados Unidos”.

“El ex presidente Portillo fue juzgado por prácticamente los mismos cargos en Guatemala, a principios del año 2011, en lo que fue un caso criminal que tuvo motivaciones políticas… Entonces fue absuelto de todos los cargos”, dijo el defensor.

Destacó que el ex mandatario tiene la intención de defenderse vigorosamente contra los actuales cargos que pesan contra él y espera que sea absuelto de ellos en su totalidad.

En 2011 un tribunal guatemalteco juzgó y declaró inocente a Portillo de haber robado 15 millones de dólares del Departamento de Defensa cuando gobernó Guatemala.

“Este fue el inicio de otra batalla que también vamos a ganar como se ganó en Guatemala”, dijo Berreondo a The Associated Press. “La fiscalía de Nueva York tiene un caso muy deficiente”, añadió.

Por su parte, MacTaggart reiteró que la extradición de Portillo a Estados Unidos fue ilegal y recordó que “aún hay una apelación pendiente” sobre ello en los tribunales de Nueva York. MacTaggart dijo llevar tres años representando a Portillo en su intento de evitar la solicitud de extradición de la Corte del Distrito sur de Nueva York que lleva el caso, hecha en febrero de 2010. El máximo tribunal de Guatemala, la Corte de Constitucionalidad, avaló la extradición el 26 de agosto de 2011 y después fue firmada por el ex presidente Álvaro Colom el 15 de noviembre de 2011, a pocas semanas de dejar su cargo.

La Corte avaló la extradición pero la condicionó a la observación de un debido proceso y al acompañamiento de la Procuraduría de Derechos Humanos, lo que no sucedió al momento de la extradición.

En Guatemala los ministros de Gobernación Mauricio López Bonilla, de Relaciones Exteriores Fernando Carrera, el viceministro de Defensa Edwin Nájera y el Procurador de los Derechos Humanos Jorge de León comparecieron este martes ante la Comisión de Derechos Humanos del Congreso para explicar las actuaciones alrededor de la extradición del ex mandatario.

Allí defendieron que la extradición se dio en el marco legal tal como lo había ordenado la Corte de Constitucionalidad.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala publicó un comunicado tras la audiencia de este martes apuntando que el cónsul de Guatemala en Nueva York se reunió con las autoridades del centro correccional donde se encuentra Portillo para conversar “sobre las condiciones del lugar… particularmente en lo relativo a su estado de salud”.

La cancillería expresó que a través del consulado en Nueva York y su embajada en Washington “procurará en todo momento por el bienestar” de Portillo y “por el respeto al debido proceso”.

Portillo fue extraditado la misma semana que la Corte de Constitucionalidad anuló una condena de genocidio en contra de otro ex presidente, el ex dictador Efraín Ríos Montt, y ordenó rehacer parte del proceso. Esta ha sido una decisión duramente cuestionada y criticada en la región e, incluso, en Estados Unidos.