
Yahir Ambrosio, de 11 años, fue el menor de los cinco menores de edad arrestados el miércoles 20 frente al Capitolio luego de un acto de desobediencia civil contra las deportaciones.
Un total de cinco menores de edad y 20 adultos, que incluyeron a sus padres y otros activistas, fueron detenidos el miércoles 30 de abril frente al Capitolio bajo una lluvia intensa luego de obstruir una calle cercana en un acto de desobediencia civil para pedir el fin de las deportaciones.
Los pequeños manifestantes son estadounidenses de padres inmigrantes que han decidido expresar pacíficamente su protesta por lo que consideran un sistema migratorio injusto que mantiene en las sombras a 11 millones de indocumentados.
“No me gusta ver a las familias destruidas”, dijo el joven Elías González, quien vino de las Vegas Nevada y tiene a padres indocumentados. González perdió contacto con su padre desde que fue deportado a México hace ocho años y desde muy temprana edad debió ayudar a su madre en el cuidado de cinco hermanos menores.
“Perdí mi infancia porque tuve que ponerme a hacer cosas que mis amigos no hacían, como cuidar a mis hermanos y alimentarlos”, enfatizó. “Ya no quiero ver el sufrimiento de las familias. Está mal separar a las familias” sostuvo por su parte Arlyne Hernandez Cruz, de 15 años, quien llegó de California acompañada de su madre, quien es originaria de México.
Brian Sánchez, de 13 años y residente en Arizona, dijo que cada año va a visitar a sus hermanas a México, lo cual no puede hacer su madre debido a que es indocumentada. “Me aterroriza pensar que mi mamá sea deportada en cualquier momento y yo me quede solo”, indicó.
Kolby Bautista López, 13, quien vive en Colorado, manifestó que sus padres tienen orden deportación. “Tengo miedo pero nunca lloro, en especial frente a mis tres hermanos menores”, señaló.
Los menores no recibieron cargos y fueron liberados a sus padres o tutores luego del acto de desobediencia civil. Los adultos arrestados por la Policía del Capitolio también fueron liberados luego de pagar una multa de $50 por obstruir la calle.
La protesta fue el segundo acto de desobediencia civil realizado esta semana en la capital estadounidense por organizaciones impulsoras de una reforma migratoria y de detener las deportaciones, cuyo promedio diario se ubica en torno a las 1.100 diarias.
El Congreso mantiene en el limbo la reforma migratoria, mientras la Casa Blanca contempla la posibilidad de ajustarla a través de una acción ejecutiva.
Kica Matos, portavoz del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM), quien fue arrestada en la manifestación, dijo que los “valientes jóvenes” han mostrado su profundo compromiso a un asunto que afecta a sus familias por el impacto de las deportaciones.
Con información de AP