El sindicalista salvadoreño Hugo Carballo.
Activistas, dirigentes sindicales y líderes comunitarios aseguran que las órdenes ejecutivas del Presidente Donald Trump en temas migratorios, si bien han generado miedo en la comunidad, también han incrementado la ayuda y solidaridad de las organizaciones que defienden a los inmigrantes.
Entre las medidas que mayor impacto han generado se encuentran la anunciada construcción del muro en la frontera con México, el recorte de fondos federales a las ciudades santuario y, aunque en menor medida, la prohibición temporal de la entrada al país de migrantes de siete países musulmanes y refugiados de todo el mundo.
Si bien Trump había anticipado parte de sus acciones durante su campaña electoral y como Presidente electo, la celeridad con la que ha actuado preocupa a la dirigencia.
“Realmente ya sabíamos que (Trump) iba a tomar este tipo de acciones pero no pensé que serían tan severas, especialmente en lo que se refiere a la ayuda a las ciudades santuario que han sido siempre solidarias con nosotros los latinos”, dijo a El Tiempo Latino, Hugo Carballo del Sindicato Labors International Union.

María Gómez dijo que Mary’s Center seguirá atendiendo a los inmigrantes sin importar su estatus migratorio.
Con más de 25 años en el país, 15 de ellos trabajando para el Sindicato, Carballo teme que el dinero para la construcción del muro salga del bolsillo de los contribuyentes.
“No entiendo por qué el odio que (Trump) tiene contra otras razas y tampoco esa orden de construir el muro, algo que no trae ningún tipo de beneficios. Él siempre dijo que ese muro lo iba a pagar México y al final del día ya sabemos que quienes lo vamos a pagar somos nosotros, los contribuyentes a través de nuestros impuestos”, lamentó el sindicalista salvadoreño.
Carballo, quien mantiene interacción diaria con los trabajadores, asegura que el temor se ha adueñado de muchos de sus asociados, a pesar de que ellos representan a trabajadores que tienen permiso de trabajo, residencia y ciudadanía.

Gustavo Torres, de CASA de Maryland (der.) es uno de los líderes que se han pronunciado contra las órdenes ejecutivas de Trump.
“Muchos hoy tienen miedo por toda la incertidumbre que se ha creado. Hay gente que nos ha dicho que teme viajar”, acotó.
La economía de Estados Unidos sigue en proceso de recuperación después de la fuerte recesión que la afectó a finales de la década pasada. Y aunque ha habido tendencia al crecimiento en algunos sectores en los últimos años, ésta podría verse afectada por las medidas migratorias.
“Creo que al final del día van a bajar la actividad económica y el empleo. Aunque ahora hay bastante trabajo, a largo plazo creo que van a disminuir. Si la gente no sale, eso se refleja en la economía, especialmente en los restaurantes y el comercio”, admitió Carballo.
Afirmó que aunque hoy en día tienen “bastante trabajo y proyectos” no saben si el nuevo Presidente los querrá cancelar, con lo que lógicamente habría un descenso en la actividad económica.
La orden que prohíbe temporalmente la entrada al país de migrantes de siete países mayoritariamente musulmanes y refugiados de todo el mundo, alimentó la confusión, la angustia y una ola de protestas en todo el país desde el domingo 29 de enero. Esa acción, según Carballo, también afecta a los inmigrantes latinos.
“Mucha gente deja de viajar por el miedo de lo que le pueda pasar y aunque esa orden se refiere a siete países, sienten temor de que les pueda pasar a ellos. La gente no quiere salir de noche, a cenar por ejemplo, y estamos hablando de gente que está legal”, destacó.
Tildó de “muy trabajadores” a los inmigrantes latinos y admitió que “no están aquí para quitarle” el trabajo a nadie.
“Son personas que salen bien temprano en la mañana, de madrugada, a trabajar. Es fuerte, no venimos aquí a quitarle trabajo a nadie, pero hoy con estas medidas lo que se ha creado es mucho miedo”, concluyó Carballo.
Por su parte, Gustavo Torres, Director Ejecutivo de CASA denunció a través de un comunicado que el Presidente Trump “está intentando sembrar el pánico y meter miedo” a la comunidad inmigrante.
CASA condenó así la orden presidencial que ordena a la Seguridad Nacional que examine las opciones para restringir los fondos federales, a excepción de lo ordenado por la ley, a las ciudades santuario. “Trump está intentando inculcar el miedo y el pánico a nuestra comunidad y tiene una completa falta de compasión hacia los que trabajan, contribuyen y añaden a la diversidad de este país”, expresó Torres.
Algunos municipios del área metropolitana se han movido para proteger a sus residentes inmigrantes mediante el paso o la planificación para aprobar ordenanzas que prohibirían la discriminación de los inmigrantes y evitar que la policía local pregunte sobre el estatus migratorio de una persona. Estas áreas incluyen Washington DC, Baltimore, Annapolis, el condado de Howard y Takoma Park, en Maryland.
En el Distrito de Columbia, la Alcaldesa Bowser advirtió que la Ciudad “seguirá siendo santuario” pese a las amenazas del Presidente Trump de retirar fondos federales utilizados en programas para inmigrantes indocumentados.
Bowser recibió el apoyo de organizaciones comunitarias que ayudan a los inmigrantes, entre ellas Mary’s Center, cuya presidenta María Gómez, reiteró que continuarán prestando su apoyo incondicional a todos aquellos que necesiten sus servicios sin importar su estado migratorio.
“Nunca hemos preguntado por documentos de inmigración como condición para prestar nuestros servicios; no lo hicimos cuando abrimos nuestras puertas hace 28 años ni mucho menos lo haremos ahora”, continuó Gómez.
La enfermera colombiana, quien fue una vez galardonada por el ex presidente Barack Omaba por su labor comunitaria, subrayó que “esa es nuestra misión, nuestro compromiso y nuestro mandato desde que el mismo gobierno nos designó fondos federales para servir a los más necesitados,” sentenció Gómez.
La Presidenta del centro, que presta servicios médicos, sociales y educativos a más de 36.000 personas en Washington y Maryland también le hizo un llamado a la comunidad inmigrante para que no dejen de buscar servicios y mucho menos descuiden su salud por miedo a posibles retaliaciones.
“Admiro la determinación de la Alcaldesa de ayudar a la comunidad inmigrante que tanto ha ayudado al crecimiento de esta ciudad; su apoyo lo necesitamos hoy más que nunca, finalizó Gómez.