Los republicanos publicaron el jueves su propuesta para reestructurar el sistema fiscal de Estados Unidos, tras numerosos retrasos y debates internos.
El plan lo ha presentado su autor, Kevin Brady, presidente del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara, junto al presidente de la Cámara Baja, el también republicano Paul Ryan.
Han afirmado que su proyecto disminuiría significativamente los impuestos a las corporaciones y a la mayoría de los estadounidenses, pero también limitaría la deducción que beneficia a los propietarios de viviendas.
Rayan, quien calificó la propuesta como “histórica”, ha puesto una cifra a este plan fiscal: A la “típica familia estadounidense de cuatro le permitirá ahorrar 1.182 dólares al año”.
Los demócratas, sin embargo, no están de acuerdo y opinan que el plan solo beneficia a los ricos y a las grandes corporaciones.
El ex candidato presidencial demócrata de 2016 Bernie Sanders tildó el plan de “desastre”, ya que de aprobarse “creará un gran agujero en el déficit que forzará enormes recortes en Seguridad Social y los programas de cobertura sanitaria Medicare y Medicaid”.
Por su parte, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, afirmó: “Lo que vimos hoy es un plan que agrava la injusticia y la desigualdad en nuestro sistema de impuestos. (…) Para financiar todas esas exenciones en su propuesta, los republicanos empeorarán las cosas para la clase media en vez de ayudarla”.
Aquí hay algunos puntos clave de la propuesta:
-La propuesta incluye una reducción de la tasa impositiva a las empresas del 35 por ciento actual al 20 por ciento.
-Las familias de ingresos medios pagarían menos, gracias a la duplicación de la deducción estándar y un aumento del crédito fiscal por hijo.
-Las clasificaciones de impuestos de la renta individual pasarían de siete a cuatro: del 12 %, del 25 %, del 35 % y del 39,6 %.
-Aunque inicialmente se planeaba eliminarla, se mantendrá la tasa vigente del 39,6 % que pagan las rentas más altas en EE.UU. que llevó a la oposición demócrata a denunciar que los republicanos y Trump buscaban recortar los impuestos a los más ricos.
-Muchas familias de doble ingreso y de clase media-alta pagarían más, pues se les pondría en una clasificación más alta y perderían una deducción valiosa de los impuestos a nivel estatal.
-Los más adinerados se beneficiarían gracias a la eliminación del impuesto mínimo alternativo y del impuesto a la herencia.
-La propuesta dejaría intactas las normas sobre los fondos de jubilación 401(k), en las que los ciudadanos pueden contribuir un máximo de 18.000 dólares año sin pagar impuestos
-La propuesta sí incluye la controvertida supresión de deducciones de impuestos locales y estatales, y reduce a la mitad (del millón actual a 500.000 dólares) una popular deducción de intereses hipotecarios a la que se acogen millones de propietarios de viviendas.