Este miércoles arribaron a Estados Unidos los cuerpos de 55 supuestos soldados que sirvieron al país norteamericano en la Guerra de Corea, llevada a cabo entre 1950 y 1953, envío directo desde territorio asiático luego de la cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un.
Los restos llegaron desde Corea del Sur a la base naval Pearl Harbor, ubicada en Hawai, donde estuvo presente el vicepresidente Mike Pence para una ceremonia en la que militares recibieron los féretros.
El pasado viernes, Corea del Norte entregó restos de miembros del Comando de Naciones Unidas para Corea, los cuales llegaron a su país de origen envueltos con la bandera de la ONU.
Pence señaló que Estados Unidos “nunca cesará en su esfuerzo de que todos los héroes desaparecidos en la Guerra de Corea estén en casa”.
El diplomático agregó que “hoy, nuestros chicos vuelven a casa”, refiriéndose a estos 55 cuerpos como “héroes que guiarán el camino a muchos otros que vuelvan a casa en el futuro”.
La próxima labor será intentar identificar los cadáveres a través de pruebas de ADN.
