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Bryce Harper tiene todo para quedarse en Washington

Los Nacionales de Washington verán la postemporada desde casa. Pese a que en febrero, con el inicio de los campos de entrenamiento y los esperados análisis sobre cada conjunto los capitalinos representaban en mayor medida el favoritismo en el este de la Liga Nacional, hoy el curso dicta otras cosas.

Los Bravos de Atlanta son dueños de esa zona, un cuadro que apunta a ser mejor que el de la década del 90 e inicios del 2000, cuando era habitual visitar el viejo Turner Field y darse cuenta en los jardines que un área estaba adornada por los banderines que mostraba su éxito en ronda regular.

Filis de Filadelfia también dio sensaciones de que los ajustes hechos rendían frutos, pero también se quedaron en el camino. El este, sin lugar a dudas, no defraudó a nadie.

Para los capitalinos, tocará planificar desde ya el futuro inmediato, con el año 2019 como uno de borrón y cuenta nueva, pese a que se deben valorar varios elementos para repetir y así contar con mayores opciones de clasificar.

Qué buscar en el mercado

La agencia libre será intensa. Lo saben los Nacionales y el resto de los equipos por una simple razón: Bryce Harper.

El jardinero, una de las mejores piezas en todo el béisbol organizado podría firmar con cualquier conjunto y ahí estarán, sobre todo los de gran mercado y billetera, para intentar sumar a uno de los mejores jugadores de su generación.

Con Harper ocurrió que los rumores de mitad de temporada lo veían con otro uniforme, un movimiento que habría sido lógico si la gerencia de los Nats no se tuviera la confianza suficiente para volver a firmarlo en la temporada muerta. No aceptar ofertas por él, si es que realmente llegaron a sus oficinas, demuestra que su lucha no solo estaría centrada en el 2018; con él esperan tener todo el éxito posible y espantar a los fantasmas que aparecen en la serie divisional, instancia de la que no han podido pasar.

Para evaluar en el mercado, los capitalinos deberían fijarse en un careta.

Ya pasó, también a mitad de año, cuando se buscó un sustituto para Matt Wieters. Las opciones se fueron cerrando, pero la situación dejó claro el manifiesto de que un puesto dos sería su prioridad para la gerencia.

La primera opción, según expertos, sería la de volver a ver en casa al venezolano Wilson Ramos, quien fungió como receptor entre 2010 y 2016; no obstante, la edad sería un factor clave para ofrecer una oferta tentadora, pues sus 31 años apuntan a un contrato corto.

Desde abajo

En el sistema de ligas menores también estaría la respuesta para los Nacionales. Con piezas como Wil Crowe y Jefry Rodríguez como elementos a tomar en cuenta, el pitcheo sería el grupo a estudiar para darle paso al par de jóvenes.

El primero ya se encuentra en el sistema doble A de los capitalinos, con herramientas para llegar el próximo año y establecerse en el equipo grande. Con 24 años, su labor podría ser bien recibida por el mánager Dave Martinez en su búsqueda de formar nóveles que poco a poco asuman el mando de los oy en día líderes de la rotación, cuya edad vislumbra un fin a corto plazo.

Junto a Crowe, Rodríguez es otro joven destacado en las granjas de los Nats, quien con 25 años ya tiene una oportunidad de lanzar en el cuadro triple A, cuyo rendimiento en esta epata le podría abrir las puertas del sueño de todo joven jugador en el futuro cercano.

Que el caso de estos dos, por solo citar a un ejemplo del talento en el sistema de ligas menores, logre concretarse, dará a la dirigencia el trabajo suficiente para seguir con la marcha de un grupo destacado y que ha pasado a ser la bandera de la franquicia en los últimos años.

Para el equipo, apartando los resultados y si realmente terminan accediendo o no a postemporada, uno de los puntos más altos de la organización se centra en su pitcheo abridor. Sobre ellos, el equipo logró descansar a sus relevistas, una situación que solo unos pocos equipos puede defender hasta final de curso.

Así como el rubro ha permitido poner a los Nacionales de Washington como franquicia ejemplar, la situación obliga a hacerse mejor, pues, así como hoy se convierten en la referencia para que otros cuadros apuesten por dicha sección, a su vez generará mayor competencia.